Las actividades de SeoBirdlife en el río comenzaron con la instalación de tres redes japonesas que permiten coger las aves sin hacerles daño. Al iniciar la jornada atraparon a un papamoscas cerrojillo (un ave de paso que procede del norte) y un mito, el pájaro más pequeño de la península, que vive en Badajoz todo el año. Ángel Tomas Mejías destacó la conveniencia de capturar especies de paso para poder estudiar las rutas de emigración. Una vez atrapados, los llevaron a una mesa, donde un grupo de niños los aguardaban con expectación. Allí fueron anillados con un número que es único y que permite realizarles un seguimiento cada vez que sean atrapados para su estudio. Cuando se anillan, los pájaros ya está individualizados y se puede averiguar cuántos años viven, dónde crían, dónde se alimentan y cuál es su ámbito habitual, si están sanos o si la anilla aparece en el excremento de un mamífero. El anillamiento se utiliza para controlar las poblaciones de aves y ofrece la oportunidad de conocer en mano las características de cada especie.