Los pocos residentes de Ronda Norte han recibido con agrado la noticia de que el nuevo palacio de justicia podría ubicarse en esta zona de la ciudad. Muchos consideran que en cierta forma ´salvaría´ a esta nueva urbanización del parón que ha sufrido con la crisis inmobiliaria.

Con sólo dar una vuelta por la Ronda Norte de San Roque se percibe a primera vista los efectos de la crisis. La ´alegría´ con la que hace poco más de un año se levantaban edificios, se ha desvanecido. Las grúas han parado su ritmo vertiginoso, el número de trabajadores en las obras se ha reducido y la mayoría de las ventanas en lugar de cortinas y visillos lucen carteles de Se vende .

La Ronda Norte es un ejemplo de lo que está ocurriendo en otras urbanizaciones de España en proceso de desarrollo. Por eso, la propuesta municipal de ceder al Ministerio de Justicia suelo en esta zona para que construya la Ciudad de la Justicia ha sido bien vista.

"Nos dijeron que entre finales del 2007 y principios del 2008 se iría entregando todo, pero queda mucho por hacer, no se ve movimiento", explica María Isabel Aranda, una de las vecinas que vive en uno de los bloques de pisos que se entregaron hace más de un año en la parte más próxima a San Roque.

Esta vecina se queja de que "no siempre hay luz en las calles, muchas han estado cortadas hasta hace nada y los parques están cerrados. Enfrente de mi casa hay un solar donde solo hay bichos, y eso que los pisos nos han costado muy caros". Por eso cree que "si esto se llena de funcionarios se agilizarán las obras y se poblará antes".

También Francisco Núñez, que ayer trabajaba en un edificio, reconoció que "ha bajado bastante la venta y la ocupación, por eso las grúas van más despacio". Este empleado de la empresa Marpa, subcontrata de Endesa-Sevillana, dio ayer luz a cinco vecinos de un bloque, "pero a lo mejor pasan muchos días hasta que se den de alta otros más".

COMO INVERSION En la calle Eugenio García Stop, Maribel y Antonio visitaban a los padres de ésta, que residen desde diciembre en la Ronda Norte. "Hay muy pocos vecinos, porque quedan muchos pisos por vender, los que compraron aquí se ve que lo hicieron para invertir, para negociar con ellos, por eso están vacíos y con la subida de las hipotecas parece que tardarán en ser ocupados".

A pesar del ´parón´, Raúl Gil está a punto de abrir Don Parabrisas, el primer negocio que se instala en la avenida Manuel Rojas, donde sólo hay un gabinete de ingeniería. Aunque reside poca gente, en esta avenida sí que hay mucho tráfico, y eso, unido a la amplitud de los locales, llevaron a este empresario a abrir un nuevo establecimiento, que se suma a otros que tiene por la región. "Esta es una de las zonas donde más se ha notado la crisis, aunque se catalogó como de alto standing, pero mi negocio sólo tiene que ver con los coches, aunque si traen el palacio de justicia daría un impulso a la zona, atraería a mucha gente".