TEts curioso que haya ideas en esta ciudad que se ponen en movimiento, se aparcan, sin ser rechazadas, permanecen latentes y, pasado mucho tiempo, vuelven a reaparecer. Lo malo es que algunas son oportunas cuando nacen, pero, pasados los años, quedan desfasadas o, simplemente, ya no solucionan tanto. Una de ellas es la del Parador de Badajoz.

Hace casi treinta y cinco años que vengo a Badajoz. Pues bien, la primera vez ya me hablaron del proyecto del Parador de Turismo. Creo recordar que se había propuesto para albergarlo el fuerte de San Cristóbal. No estoy tan seguro, pero me parece que alguien me habló de una visita del ministro del ramo, o sea Fraga . Al parecer se desechó la iniciativa del emplazamiento.

El runrún siguió larvado más de tres décadas. De pronto reapareció y se decidió abrir un parador en el edificio del antiguo hospital Provincial. Pero, cuando la diputación dio los pasos pertinentes, el sector hotelero local alzó su voz en contra. Claro está, el Badajoz del proyecto no era el de hoy. Entonces apenas había plazas hoteleras. Ahora sí. Cómo solucionar el dilema. Dejen el hospital, dijeron algunos, y llévense el parador al fuerte de San Cristóbal. Otra vez el fuerte. Vaya por Dios.

No entro en lo oportuno de crear un parador aquí. Lo que me saca de quicio es que sólo nos acordemos de los monumentos para sacar dinero. ¿Vamos a sacrificar todo nuestro patrimonio a los intereses materiales, por muy razonables que sean? ¿Nadie va a proponer nunca en esta ciudad la restauración de algo sin pensar en usarlo como negocio? Hemos sacrificado los baluartes disponibles al vil automóvil. Si todo sigue así el último será el de San Pedro. Y ahora San Cristóbal. No estoy en contra de restaurarlo, ni siquiera de darle un uso hostelero, siempre que se le respete como el monumento que es. Lo que me da vergüenza es la frivolidad con que se usa el patrimonio para solucionar problemas puntuales.

¿Y si restauramos el fuerte dejándolo como está, musealizando a lo sumo su historia, en el centro de un parque que sirva de respiro a la conflictiva orilla derecha del Guadiana? Para qué queremos hoteles, paradores o no, si dentro de poco no vamos a tener nada histórico que mostrar. ¿Sólo para convertir a Badajoz en una ciudad dormitorio, en sentido literal?