A pesar de la contundencia con la que en diciembre del 2003 la concejala de Urbanismo, Cristina Herrera, salió ante la prensa avisando de que el ayuntamiento perseguiría las parcelaciones ilegales realizadas en la finca Los Rostros, en este lugar se han seguido vendiendo parcelas y hay muchas más construcciones que hace año y medio, según pudo comprobar ayer EL PERIODICO. Esta finca se encuentra junto a La Atalaya, entre la carretera de la Corte y la antigua carretera de Madrid, próxima a Cerro Gordo y enfrente de Golf Guadiana.

De nuevo ayer Cristina Herrera compareció para dejar claro, ante las llamadas que según dijo está recibiendo las últimas semanas de potenciales compradores, que se trata de "una urbanización totalmente ilegal", que el ayuntamiento ha emprendido todas las acciones legales para intentar erradicar las construcciones y avisó de que se impondrán sanciones de hasta 30.000 euros por haber construido sin tener licencia.

La concejala recordó que existe ya una sentencia firme que se refiere a una primera parcelación que se hizo en este finca, de 50 parcelas y que están a la espera de autorización para actuar. Los propietarios de la finca, que es suelo rústico, están vendiendo 40.000 metros pro indiviso a distintos dueños con lo cual no pueden segregar en parcelas de menor tamaño y según le Ley de Suelo en esta superficie sólo se puede construir una vivienda. Herrera apuntó que las parcelas se están vendiendo desde 500 metros cuadrados a 5.000 y avisó de que instalar casas prefabricadas es también ilegal.

Uno de los socios de la empresa que figura como propietaria de la finca, Vicente Casado Claver, informó ayer, en declaraciones exclusivas a EL PERIODICO, de que efectivamente en junio del 2003 se sacaron a la venta nuevas parcelas, en concreto 128, con distinta superficie, y ya se han vendido todas. Casado Claver argumenta que ellos advierten siempre a los compradores de que no se puede construir e insiste en que todo el procedimiento de venta es legal porque la escritura es pro indiviso.

Sin embargo, el concejal socialista Moisés Cayetano apuntaba ayer que esta figura supone que no pueden segregar, ni de hecho ni de derecho, pues hasta para colocar vallas hay que pedir permiso al ayuntamiento. "Es un fraude de ley", señala.

POR LA DEMANDA Sin embargo, el dueño de la finca Los Rostros argumenta que lo que están haciendo es dar salida a "una necesidad de los ciudadanos", pues hay mucha gente que aspira a comprar su parcelita, donde invertir su tiempo libre, "y el ayuntamiento debería tener en cuenta esta necesidad". Al mismo tiempo, Vicente Casado señala que otras parcelaciones están en la misma situación, ha ocurrido en Campomanes, San Isidro, la Atalaya, Campofrío, Dehesilla de Calamón, Bótoa, El Comandante y otros lugares donde se ha optado por recalificar. "Habría que darle una solución, pero no quieren escuchar", dice.

José Perera es uno de los compradores en la última reparcelación. Hace unos siete meses adquirió una parcela de 2.500 metros cuadrados por 15.000 euros y ha construido una casita de 42 metros cuadrados, que él dice que no es una vivienda, sino una nave, con un aseo. Este portugués afincado en Badajoz culpa directamente al consistorio de la actual situación, "porque no tenía que haberlo permitido desde un principio", subraya.