La Asociación de Vecinos de Pardaleras ha instado al Ayuntamiento de Badajoz a que derribe el antiguo colegio de Bótoa, en la calle Estadium, en desuso desde hace casi año y medio, cuando se inauguró el nuevo centro. El presidente vecinal, Juan José Martín Santos, ha indicado que «no tiene sentido» mantener el antiguo colegio, «porque se deteriora y tapa la muralla».

Las instalaciones, «ya deficientes cuando albergaba clases, hoy tienen aún menos sentido porque tapan un tramo de muralla oculto desde hace muchos años». Además, «sería continuación del corredor verde que debe transcurrir por la antigua zona deportiva, un desarrollo que llegará con el Programa Operativo Cooperación Transfronteriza España-Portugal (POCTEP) o el fondo DUSI».

La Junta ha cedido ya el edificio al ayuntamiento, «que debe agilizar la actuación». El Consistorio «debería explicar por qué no se acometen ya las obras», ha planteado el representante vecinal.

Martín Santos también ha alertado de que el mantenimiento del edificio puede provocar algún problema debido a su deterioro o que sea ocupado por okupas. En su opinión, esta actuación es «fundamental» para la barriada, aunque también ha citado el «mal estado» de muchas aceras, de casas afectadas por la riada de 1997 o los malos olores provenientes del arroyo Rivillas.

En este último caso, ha indicado que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) ha solicitado al ayuntamiento y a la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) que actúen, ya que los agentes de la Guardia Civil han detectado dónde están los vertidos.