El posible cierre del Centro Hermano que funciona en la actualidad en la barriada de San Fernando, ha propiciado el pronunciamiento de las parroquias de la margen derecha del Guadiana, que forman el Arciprestazgo de San Fernando y que se han venido manifestando a lo largo de la celebración de las eucaristías, en las se ha leído una carta abierta en la que muestran su preocupación por el cierre de esta institución, según recoge el semanario Iglesia en camino .

A través de esta carta abierta, las parroquias piden a las autoridades autonómicas y municipales que se impliquen más intensamente en ayudar a Cáritas en la búsqueda de un lugar adecuado que no sólo garantice la acogida, sino también la integración de este colectivo. El comunicado se aprovecha además para agradecer a toda la zona la acogida que ha prestado tanto a trabajadores y voluntarios, como a las personas que acuden al centro.

La institución calcula que para construir un edificio de nueva planta se requeriría una inversión superior al millón de euros. El Centro Hermano dispone en la actualidad de 35 habitaciones individuales, con baños compartidos, además de las zonas comunes y muchos días se llena, como viene ocurriendo últimamente. La gente acogida en este centro es de distinto origen y condición: muchos extranjeros (ayer había rumanos, polacos, rusos y magrebíes), toxicómanos en rehabilitación, alcohólicos en recuperación, ludópatas en tratamiento, y temporeros que van de paso. Son gente que no tiene otro lugar donde ir. Desde 1995 han pasado por el Centro Hermano de Badajoz más de 3.000 personas y en él colabora anualmente casi un centenar de voluntarios, la mayoría de la barriada.

Andrés Guerra, director de Cáritas, comenta que en situaciones como ésta hay que demostrar si realmente se es solidario, "no sólo de boquilla".