Un pasacalle con bailarinas, grupos de percusión, payasos y representantes de las distintas oenegés recorrió ayer las calles del centro de la ciudad para reivindicar el cumplimiento de los compromisos adquiridos por los políticos para erradicar la pobreza de los países del sur.

Bajo el lema Una promesa no alimenta , los participantes, que fueron convocados por la Plataforma del 0,7 con motivo de la Semana contra la Pobreza, desfilaron portando pancartas con los objetivos del milenio.

"Esta crisis económica afecta aquí, pero más aún allí, donde sufren una crisis eterna", recordó José Antonio Ramos, coordinador de la plataforma.

El objetivo de esta iniciativa es concienciar no sólo a los gobiernos sino también a la ciudadanía de la necesidad de luchar contra la pobreza, según Ramos.

También se refirió a las constantes promesas de los objetivos del milenio, comprometidos desde el año 2000 "y se acerca al final de su periodo de vigencia, que es el 2015, sin que se cumplan ninguno de los objetivos".

Ramos reconoció que "se han dado algunos pasos, pero la crisis económica mundial está haciendo que se retrase aún más. Lejos del 0,7 que se comprometieron los países del norte a aportar a cooperación están al 0,3, lejísimo de lo comprometido".