Lleva cuatro años pidiendo al ayuntamiento una solución, presentando reclamaciones sin encontrar respuesta, pero en su casa sigue haciendo frío cada invierno. Cipriano Correa decidió que quizá había llegado su oportunidad de ser escuchado por quienes tienen la potestad de terminar con su suplicio y se dirigió el miércoles por la tarde cargando con su problema al Ayuntamiento Abierto, una experiencia que acaba de poner en marcha el Ayuntamiento de Badajoz a iniciativa del grupo municipal de Ciudadanos y por acuerdo de todos los grupos políticos, incluido el que gobierna.

Habrá que esperar a comprobar si Cipriano es atendido y si el servicio municipal de Parques y Jardines resuelve las filtraciones que sufre su vivienda a causa de una charca situada en la placita de la calle Marqués de Santillana, en el Cerro de Reyes. Por lo pronto, este vecino regresó a su casa con un peso más liviano, apoyado en la certeza de que había sido escuchado. Como él, casi medio centenar de ciudadanos acudieron al salón de plenos del ayuntamiento con la esperanza de que podrían exponer sus preocupaciones, reclamaciones o quejas. No han sido necesarios largos trámites sobre procedimientos ni un complicado reglamento para organizar esta iniciativa que funciona de una forma tan simple como efectiva y que ha demostrado que cuando se quiere, se puede. Que cuando se da participación a los ciudadanos, los ciudadanos participan y lo hacen de forma ordenada y respetuosa, mucho más de la que muestran los concejales en sus sesudas sesiones plenarias.

Unos para escuchar y otros para intervenir, llegaron puntuales, se distribuyeron entre los asientos libres y cuando llegó el momento de ordenar el debate, levantaron la mano quienes querían participar, dieron sus nombres y comparecieron a medida que el moderador los citaba. Bastó colocar cuatro sillas para los representantes del ayuntamiento y un micrófono inalámbrico para que el debate se hiciese posible. Dos horas durante las que no hubo silencios y las pocas dudas de organización que surgieron se fueron resolviendo sobre la marcha. Para la ocasión habían sido desplazados al palacio municipal algunos agentes de la Policía Local (incluido el superintendente, de paisano), pero desconozco en previsión de qué se había solicitado su presencia.

Era de esperar que acudieran representantes de colectivos y plataformas habituales en las redes sociales para defender sus postulados y aprovechar esta herramienta al alcance de todos para ser escuchados por la administración a la que compete hacer caso a sus peticiones. Cada uno de los grupos de la oposición estuvo presente con más de un concejal (aunque solo uno ejercía de portavoz), salvo el del PP, por el que se presentó el responsable del área de Participación Ciudadana, Francisco Javier Gutiérrez, que toreó con soltura la experiencia, aunque al finalizar se quejase de que el debate político había adquirido demasiado protagonismo.

Es comprensible que en el Ayuntamiento Abierto, el representante del equipo de gobierno sea quien más solicitudes atienda y más críticas reciba porque su grupo es el que gestiona y tiene capacidad de decisión. Como también era previsible que el resto de representantes políticos aprovechasen la situación para arremeter contra quien gobierna, pues los aciertos y los errores son de quienes toman las decisiones. De los resultados que se obtengan en las primeras sesiones dependerá que esta iniciativa sea útil o se quede en simple prueba de laboratorio.