Hay aficionados al fútbol capaces de pasar la noche a la intemperie para conseguir una entrada con la que ver a su equipo. Hay aspirantes a artistas dispuestos a hacer miles de kilómetros para participar en unas pruebas que les den la oportunidad de triunfar a través de un reality. Hay cientos de carnavaleros a los que no les duele en prenda soportar los rigores de febrero a las puertas de un teatro con tal de asegurarse un asiento para ver a su murga preferida. Pero lo que seguramente no preveían en la oficina municipal de Turismo del pasaje de San Juan es que hubiese tanta gente en Badajoz dispuesta a guardar largas colas para conseguir una de las banderas que el ayuntamiento ofrece gratuitamente a los pacenses para adornar los balcones.

Estaba previsto que las banderas, de plástico fino, se repartiesen en las dos oficinas de turismo. Anunciaron 3.000, pero finalmente a cada una solo les asignaron 800 enseñas (el resto se dejan para los servicios municipales y para entregarlas puerta a puerta en Sinforiano Madroñero). Abrían a las diez de la mañana pero en San Juan había gente desde las 8.45 horas. Las colas llegaron a traspasar el pasaje y dar la vuelta hasta Donoso Cortés. A las once de la mañana ya no quedaba ni una bandera en esta oficina. En la de la plaza de San José sin embargo no se formaron colas, pero el goteo fue continuo y media hora más tarde también habían agotado las existencias.

Emilia Gordo, una mujer previsora, se apostó en la cola temprano, a las 9.30 horas, "porque sabía que habría mucha gente" y consiguió su propósito. Aunque vive en las Ochocientas, "la llevaré al desfile para animar, porque soy española y me hace mucha ilusión pues he estado 25 años en Alemania, es la primera vez que voy a ver a los Reyes y tengo una emoción enorme", relataba. Entre los pocos jóvenes de la cola estaba María de Gracia Galán, contenta por esta celebración "pues está bien que salgamos en las noticias por algo bueno". Y también el sacerdote don Apolonio se hizo con una de las enseñas, "para llevarla en la mano" porque de su balcón ya cuelga otra mucho mayor.