Querer algo que es imposible es como pedirle peras al olmo, dice el refrán. Es como confiar en que el ayuntamiento, antes de decidir eliminar los árboles de una avenida, informe con detalle de los motivos. Desde luego, no se puede pretender que cada actuación en Badajoz se someta a un referendo ciudadano. Pero si la corporación municipal representa a sus vecinos, el equipo de gobierno debería compartir con todos los grupos políticos los proyectos que quiere poner en marcha, sobre todo cuando, en teoría, no tiene mayoría suficiente y requiere el apoyo de la oposición para aprobarlos.

Cada verano cobra vida una serpiente informativa y este año le ha tocado a los olmos de la mediana de Carolina Coronado. Son seis los que han sobrevivido a la muerte progresiva de sus compañeros. El asunto lleva dando que hablar unos días y seguramente se va a prolongar durante semanas, a no ser que el grupo popular rectifique sus pretensiones y se eche atrás en su intención de llevárselos de esta avenida.

El trasplante se ha previsto dentro del proyecto de mejora de la mediana de esta vía, con una inversión de 180.000 euros, incluida en el Plan de Impulso a la Economía Local, que el PP ha aprobado con el apoyo de Cs y el PSOE. La información que llegó a los grupos de la oposición de los proyectos contenidos en este plan es minimalista. La relativa a Carolina Coronado se limita a poco más de siete líneas en las que no se menciona que los olmos vayan a desaparecer de la mediana. Sólo se refiere a que el estado actual de la avenida «no es muy atractivo», que «la paulatina pérdida de los olmos existentes exige una actuación que ponga en valor la mediana» y que «se ha proyectado sustituir la capa herbácea de un césped muy deteriorado por una plantación de rosales que den un colorido especial a esta zona, que se complementará con la sustitución del riego por aspersión actual por líneas de goteo». Tampoco los planos que describen la actuación con el dibujo de cómo van a quedar los parterres resultan muy comprensibles. si alguien no los explica.

A la vista de las protestas que han surgido contra la intención del ayuntamiento de quitar estos árboles, si este proyecto se hubiese tenido que someter a votación en el pleno de la corporación municipal de forma independiente, no habría salido adelante, en teoría, pues incluso el socio de gobierno del PP, el grupo de Cs, se opone a este plan, que desconocía en detalle, a pesar de que su portavoz y única concejala, Julia Timón, mantuvo una reunión para conocerlo. Según contó, nada le dijeron de que los olmos no formaban parte del futuro de la avenida, ni siquiera que no pensaban eliminarlos, sino trasplantarlos.

La polémica está en marcha. Ha faltado información desde un principio. Hasta ahora nunca se había escuchado que estos árboles han dañado en 40 años la tubería de abastecimiento, una razón que de ser preocupante resultaría más que suficiente para justificar el trasplante. Mucho me temo que si el PP mantiene sus intenciones, las protestas no se van a quedar en una concentración, ni siquiera en que alguien pueda encadenarse a sus troncos, al estilo de la baronesa Thyssen. Llegará el día en que empiecen los trabajos para desenraizarlos y quienes se oponen los impidan. Ahí están como ejemplo de supervivencia los eucaliptos de la plaza del Pirulí, que el ayuntamiento no ha sido capaz aún de eliminar. Hasta Antonio Machado se mostró optimista con el futuro de su olmo seco: «Mi corazón espera también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera».