Sonia María Márquez admitió ayer ser la responsable de haberse llevado a sus cuatro hijos del centro de acogida de menores Ana Bolaños, de Olivenza, el 7 de octubre del 2008, donde permanecían internados tras haber perdido temporalmente la patria potestad de los mismos, y de trasladarlos con su familia a Portugal en compañía de su pareja, Ramón Pérez.

Ramón también admitió su responsabilidad al haberla acompañado, de modo que el defensor de ambos dio su conformidad a la relación de hechos de la fiscal, que modificó sus conclusiones provisionales para admitir una atenuante muy calificada de arrebato u obcecación, por la que redujo la pena de cárcel 4 a 2 años, además de la pérdida de la patria potestad por 2,5 años, en el caso de la mujer, y y hasta 18 meses la del hombre, al pasar de coautor a cómplice.

La conformidad no fue posible en el caso del tercer inculpado, R. P. A., padre del anterior, al no retirar la fiscal la acusación de complicidad en la delito, aun rebajando la solicitud de su pena de los 4 años a 22 meses, por considerar que hay pruebas relacionan con la sustracciones y posterior traslado de los menores en su furgoneta Fiat de color azul oscuro, según el testimonio de dos menores.

CONCLUSIONES El abogado de la defensa de R. P. A. elevó sus conclusiones a definitivas para mantener que éste no participó en los hechos que se juzgaban, como lo demuestran, a su entender, los testimonios de varias personas que lo vieron en Badajoz y en Balboa en la fecha y horarios en que transcurrieron aquellos, por lo que pidió la absolución con todos los pronunciamientos a su favor. Mientras que la pareja admitió la responsabilidad, el abuelo la negó en todo momento.

La mujer explicó que decidió llevarse a los hijos, que llevaban dos años acogidos por la Junta de Extremadura, cuando éstos le manifestaron en la primera salida que hacían del centro, y llorando, que se querían ir con ella porque estaban mal, los reñían y los pegaban, de forma que no pudo evitar un arrebato y se los llevó, si bien precisó que su acción no había sido planeada y que actuó pensando que era lo mejor para los niños y que los llevó a Portugal porque allí tiene a toda su familia.

Ramón, pareja de la Sonia, admitió que la acompañó en su acción, que lo hizo porque la vio muy mal ante las quejas y el llanto de sus hijos, por lo que se vino abajo. Tanto uno como otra negaron que les acompañara el padre de Ramón. Este también lo negó ante la fiscal, y señaló que incluso no tenía constancia de la relación de su hijo en ese momento, aunque sí les había acompañada en otras ocasiones al centro a ver a los menores. Y contó que el día de los hechos dormía la siesta cuando le llamó su esposa para que la cogiera a la salida de clases del centro de formación de adultos en Badajoz, ante varios testigos.

La mujer con su pareja y sus hijos se trasladaron a Portugal el mismo día 7 de octubre del 2008 y fueron localizados por la policía portuguesa en Setúbal el 1 de diciembre del mismo año, que los entregó a la policía española, al tiempo que reintegrados a los menores al centro de acogida. Desde entonces han permanecido en prisión, de donde ahora se espera que salgan, a raíz de la pena acordada.