«Hoy damos el penúltimo adiós a nuestro pequeño, porque el último no existe. Estará siempre en nuestros corazones». Con estas palabras agradecía en las redes sociales Antonio Díaz las muestras de apoyo recibidas por su familia, tras la muerte de su hijo pequeño, de 5 años, que falleció el pasado domingo como consecuencia de un atropello por un autobús cuando se encontraba con su madre y su hermano de 8 años, y montaba un patín eléctrico, en la zona de Cuatro Caminos.

Cientos de personas rodearon por la tarde la zona del tanatorio Puente Real, donde velaron su cuerpo y en cuya capilla se celebró el sepelio. Fue un adiós multitudinario que no solo dejó pequeña la capilla, sino las plataformas laterales y los espacios abiertos en torno al edificio.

Cientos personas, entre ellas el alcalde Fragoso y la concejala Solana; los portavoces socialistas Gil Rosiña y Cabezas, o dirigentes vecinales de Santa Engracia y otros barrios, entre profesores del colegio Juan Vázquez, donde estudiaba Víctor y lo hace su hermano, amigos de la familia, miembros de los clubes de fútbol --padre e hijos son miembros del Club deportiva UVA-- y de colectivos de la Margen Derecha, mandaron coronas y ramos de flores y acompañaron a Antonio y a Mónica, abrazada al féretro; ambos rotos por el dolor. «Hoy todos somos La UVA», manifestaban muchos miembros de otros clubes infantiles y juveniles como el CD Badajoz o el Santa Isabel, entre otros muchos. F. LEÓN