LUGAR DE NACIMIENTO MERIDA

ESTUDIOS ESTETICA Y PELUQUERIA EN SEVILLA Y CARACTERIZACION EN CINE Y TEATRO EN MADRID Y BARCELONA

TRAYECTORIA TRABAJO EN EL CENTRO DRAMATICO DE EXTREMADURA, EN SU PRIMERA ETAPA, Y ES PROFESORA DE LA ESCUELA DE TEATRO DE OLIVENZA

Por sus manos han pasado los rostros más conocidos del teatro extremeño y algunos de los personajes más populares del Carnaval pacense, a los que ha conseguido transformar, cambiando por unas horas su identidad. Pepa Casado es de las pocas profesionales que se dedica de forma exclusiva a la caracterización. Compatibiliza su dedicación al teatro y al Carnaval con el maquillaje más realista para televisión, fiestas o bodas. Después de un cuarto de siglo de relación con el Carnaval pacense se plantea preparar para el próximo año una exposición.

--¿Cómo es tu relación con los grupos del Carnaval pacense?

--Ahora que las murgas están compitiendo mucho y quieren hacer pequeñas representaciones, no sólo cantar, acuden a mí. Buscan su personaje y quieren su caracterización. Este año he trabajado con cuatro murgas. Les he dado un curso de alto maquillaje a sus componentes para que aprendan y cuando lleguen a su estreno se maquillen ellos solos, aunque yo suelo supervisar y retocarles. Nos reunimos, me explican el vestuario que llevan, vemos los colores y estudio su idea, entonces yo empiezo a hacer maquillajes y pruebas hasta que llegamos a un acuerdo.

--3El año pasado Dakipakasa llamó la atención por el maquillaje de marionetas que le hiciste ¿Esto ha marcado un antes y un después?

--No. Fueron los Taways, hace tres años, cuando salieron disfrazados de fantasma. Hasta entonces las murgas no se tomaban tan en serio lo de recibir asesoramiento por parte de un profesional, pero a partir de lo de los fantasmas le han dado más importancia a la estética, ya el año pasado trabajé para tres murgas y este año me llamaron seis pero he cogido sólo a cuatro, y a una de ellas, a La Caidita, les he diseñado el vestuario. Cada año sube más el nivel estético de las murgas, ahora todos sus integrantes quieren que se les vea bien maquillados y bien vestidos, nada de cutreríos.

--3¿Cómo vives tu Carnaval?

--En Carnaval he hecho siempre diseños para amigos, y también para algunos clientes. Quiero hacer una exposición el próximo año ya que me he pasado 20 años maquillando y saliendo con amigos, salíamos con Antonio Covarsí, así que hay fotos estupendas. Puedo recuperar trajes y complementos, creo que podría estar bien, aunque las mejores cosas se pierden por ahí, por la noche. Antes vivía el Carnaval de otra manera, pero ya no salgo porque me doy la paliza las semanas anteriores y quedo tan agotada que cuando acaba el concurso de murgas me voy.

-- ¿Qué ha sido lo más original que has hecho?

--Un trabajo profesional para un local, un restaurante, de Campomaior, durante siete años diseñé pelucas, tocados, maquillaje. Era, posiblemente, el único sitio que celebraba el Carnaval en esa zona de Portugal. Trabajábamos Arturo, el escenógrafo, Julia, coma modista y yo.

--¿No se animan las comparsas a contratar tus servicios?

--Un año me llamaron de la Falcap, en 1995, y les dí un curso de maquillaje y material de atrezzo en la universidad popular, al que asistió un componente de cada comparsa, luego esa persona enseñaba a los demás de su grupo. También el año pasado dí un curso en Olivenza sobre este tema. Pero no he hecho nada más para las comparsas. Creo que los gorros que diseñan acaparan tanto las caras y las cabezas que no dejan mucho espacio para el maquillaje, no están muy pensados para el maquillaje. Si yo me encargo de las dos cosas, cara y cabeza, tengo en cuenta el maquillaje y veo hasta dónde tiene que llegar el gorro o el tocado para que no provoque sombra, porque la cara tiene su importancia, y en las comparsas veo que los gorros restan movilidad a la cabeza porque suelen ser muy grandes y pierden la figura estilizada.

En un disfraz, la cabeza debe ir como una parte separada del tronco, pero las comparsas no lo tienen en cuenta, quizás por ello les veo a todos un poco cuadrados, poco estilizados.