Anís y dulces para iniciar el camino a la ermita de Bótoa con fuerza. El punto de partida, como todos los años, era Puerta de Palmas, donde poco a poco se fueron concentrando los romeros, muchos ataviados con sombreros de paja, fajín y la medalla de la Virgen, para emprender la peregrinación al santuario de la copatrona de Badajoz, una cita que desde hace doce años organiza la Asociación Amigos de Badajoz la víspera de su romería.
Por delante tenían 17 kilómetros y una misión: llevar flores a la Virgen y cantar ante la imagen la canción en su honor, compuesta por Vicente Carrasco, después de la junta directiva de la Hermandad de Nuestra Señora de Bótoa los reciba abriendo la verja del santuario.
Unas 70 personas se sumaron a esta peregrinación, que se convierte en una jornada de convivencia con una comida conjunta mitad del camino para reponer fuerzas. Soledad Martínez, secretaria de Amigos de Badajoz, recordó que el colectivo decidió organizar esta ruta para recuperar la tradición de ir hasta la ermita de Bótoa a pie. "Los primeros años llevamos carrozas, pero ahora llevar un tractor es muy complicado. Tenemos mucha ilusión por llevar un camión, como se hacía antes, pero se necesitan muchos permisos y seguro", contó.
Por la tarde, también desde Puerta de Palmas, salió el grupo convocado por el Club del Caminante, que también cumple puntualmente con la tradición de ir hasta Bótoa a pie el día antes de la festividad de la copatrona.
Ayer por la tarde se celebró una eucaristía, hubo una ofrenda floral a la Virgen en nombre de la ciudad y los romeros acompañaron a la imagen en la procesión hasta la encina con velas y cirios.
Hoy, en la primera eucaristía (9.30 horas) se recordará a los hermanos y fieles fallecidos. A las 11.30 horas se oficiará la misa mayor, tras la que de nuevo se sacará en procesión a la Virgen, acompañada por Las Lavanderas, grupos de coros y danzas y jinetes. A continuación se subastarán el ramo y el rosario.
Además, como todos los años, se celebrará el concurso de platos típicos y carrozas.
