La Perrera Municipal de Badajoz ha cumplido ya tres años sin sacrificar animales por haber transcurrido el periodo máximo de estancia en sus instalaciones. Ello ha sido posible por la política de "sacrificio cero que mantiene el ayuntamiento con las protectoras", al lograr que los perros recogidos encuentren adoptantes.

Así lo manifestó ayer el alcalde, Francisco Javier Fragoso, que visitó las instalaciones, donde se han hecho algunas reformas para dar comodidad e higiene a los animales. Y anunció que se ampliarán con una sala donde las familias puedan ver y estar con los perros que quieran adoptar. Y también que se contratará a otros dos trabajadores y se adquirirá un vehículo para el servicio de Protección de Animales, con un presupuesto de alrededor de 30.000 euros.

Fragoso acudió acompañado por la concejala de este servicio, Ana Serra, el edil de Medio Ambiente, Antonio Avila y otros cargos y técnicos municipales, que al término de la visita se hicieron una foto de familia con los trabajadores del servicio.

La perrera recibe unos 500 animales al año, tiene acogidos en la actualidad 33 perros, gatos y un cerdo temporalmente, y contará en un futuro con una nueva ordenanza, en la que ya trabajan.

También preparan un programa de visitas de colegios para sensibilizar a los escolares sobre el abandono de animales, el respeto y la bondad de la adopción.

Serra destacó la idea que se quiere proyectar de que la perrera "no es un lugar triste ni lúgubre, sino un espacio de acogimiento al que viene gente a verlos, familias y miembros de la protectoras, y los estudiantes de veterinaria que vendrán a hacer prácticas y que les muestran su cariño".