Miembros de varias sociedades de pescadores de Badajoz se trasladaron ayer por la mañana al charco de los Pollos para tratar de retirar la vegetación que ha inutilizado los pesquiles de esta zona, que en su día se acondicionó para la práctica de pesca deportiva. Pese a sus esfuerzos, con las herramientas de las que disponían fue imposible cumplir su objetivo, por lo que reclaman a la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) y a la Junta de Extremadura que intervengan para poner a punto los pesquiles, ya que en el estado actual representan un riesgo para la seguridad de los aficionados, según aseguró Manuel Manzanzono, presidente de la Sociedad Amigos del Guadiana, con más de 500 socios.

No es la única reivindicación de los pescadores, que también piden que se recupere la profundidad en este tramo del río, reducida en un metro desde que la CHG construyó el puente que utiliza para hacer las mediciones del caudal.

Asimismo, los aficionados reclaman que se habilite un camino paralelo al que discurre junto a la orilla del río, pues dada su «estrechez» no pueden convivir la pesca, ya que los pescadores utilizan cañas de 13 metros que lo atraviesan, con las personas que transitan en vehículos o bicicletas por él.

Los pescadores recordaron que en Extremadura la pesca genera un negocio de entre 10 y 12 millones de euros anuales y que solo en Badajoz capital hay unas 7.000 licencias.