El propietario de un estanco situado al final de la avenida Santa Marina ha pedido al ayuntamiento que retire los árboles que ha plantado junto a su establecimiento por considerar que perjudican su negocio.

Angel Manuel Hernández, que regenta la cava de puros, asegura que el parterre que se ha construido "tiene una altura que resta visibilidad a mi negocio, que en cuanto crezcan esas plantas no se verá y me gasté hace un año 2.000 euros en un rótulo".

Por ello trasladó su malestar al concejal de Medio Ambiente, Antonio Avila, al que pidió una solución. Avila declaró ayer que estudiará si hay un exceso de árboles en este lugar y trasplantará algunos a otra parte, aunque aclaró "que no puedo estar quitando árboles de la ciudad porque molesten".