La Audiencia dejó ayer visto para la sentencia el juicio --suspendido por tres veces-- contra la mujer A. C., y sus hijos R. S. y A. S., y contra J. D., acusados de traficar con drogas tras dos registros domiciliarios realizados por la policía en la calle Campillo, de Badajoz, en octubre del 2003, en el que los agentes hallaron 26 papelinas de cocaína y heroína y otros utensilios para la manipulación de drogas, así como un fumadero en una de las casas.

El juicio concluyó con la modificación de las conclusiones provisionales de los letrados de la defensa, que solicitaron la absolución o, subsidiariamente, la pena de dos años aplicando atenuantes muy cualificadas o eximentes incompletas por drogadicción, pero el fiscal mantuvo la petición de 6 años para cada acusado, después de que prestara declaración la testigo que faltó a la sesión del pasado 24 de febrero, en la que declaró un testigo protegido.

El defensor José Duarte apeló a la jurisprudencia de la propia sala, para pedir la libertad de sus representados, por considerar que no se demostró la existencia del delito imputado.