La piedra que durante años daba la bienvenida en la calle Cristóbal Oudrid, en la entrada desde la calle San Blas, ha vuelto a colocarse en su sitio y desde ahora la conocida como calle de La Piedra recupera su popular nombre.

El concejal del servicio de Aguas en el Ayuntamiento de Badajoz, Alberto Astorga, informó de que ayer por la mañana se estaba instalando en su lugar la popular piedra, que aunque carece de valor histórico (según Astorga, es "absolutamente nulo") sí tiene valor sentimental, al menos entre el vecindario, y forma parte del entramado urbano. Para el concejal, lo que se ha hecho es "recuperar el patrimonio de Badajoz".

La piedra se encontraba guardada en los almacenes de la empresa concesionaria del servicio de agua, Aqualia, y se había recuperado "en la medida en que podía ser restaurada", señaló Astorga. Según el concejal, algunos vecinos del entorno querían que la piedra volviese a su lugar, y se ha hecho porque es un elemento que no estorba, pues esta calle no tiene tránsito de vehículos por lo estrecha que es y tampoco impide el paso de sillas de ruedas o cochecitos de bebés.

ROTA POR LAS OBRAS La piedra se rompió al arrancarla de su sitio en el 2003 cuando se hizo la reforma de la calle, con motivo de las obras en la vivienda que hace esquina para hacer unas arquetas en la red de saneamiento y de suministro eléctrico. En aquel momento, la retirada de la piedra provocó malestar entre el vecindario. "Ahora vuelve a su sitio y se trata de devolver a la ciudad un patrimonio anecdótico y entrañable de los vecinos de la zona", relató el concejal.

La piedra es de mármol de Borba y cuando se colocó a principios del siglo XX a la entrada de la calle tenía como función impedir el paso de carruajes.