Una comisión de la Base Aérea de Talavera la Real, entre ellos pilotos del Ala 23, visitaron ayer a menores ingresados en el Materno Infantil, especialmente, a los de las plantas quinta y séptima, a los pequeños que se encuentran en Oncohematología.

El personal de la base aérea pasó cerca de hora y media visitando a los pacientes y a los familiares que les acompañaba, «con el objetivo de hacerles pasar un tiempo más llevadero en estos días navideños que se acercan», señalaron. La visita causó cierta conmoción en las plantas, y en los pequeños al ver a los pilotos que les mostraban y les ponían sus cascos de vuelo, o les mostraban póster con los aviones de la base.

Para Mireida, de 15 años, de que estaba ingresada desde esa misma mañana para que le hicieran una unas pruebas, la llegada de los pilotos resultó «muy entretenida, han venido varios y me han puesto el casco de piloto. La verdad es que estaba aburrida y me han dado ánimos», contó la niña, acompañada de su madre, Beatriz, de su hermano y de su abuela. Ella también agradeció la visita: «Nos han regalado un pin», dijo, mientras mostraba un F-5 en su rebeca. Mireida respondió a las preguntas que le hicieron, su nombre, la causa de su ingreso y si conocía la base, que resultó que «sí, porque fui con mi madre», dijo.

Acompañados por el personal del hospital, los pilotos fueron habitación por habitación para saludar a todos los pequeños hospitalizados, como a Raúl, de 12 años, de Higuera de la Real, que hizo esperar a las enfermeras que se lo llevaban para hacerle una endoscopia para contar su experiencia. «Me he entretenido un rato; estaba aburrido, y me he puesto un casco», dijo mientras se lo llevaban las enfermeras.