Tras viajar por medio mundo en busca de aventuras, hace cuatro años que el pintor croata Darko Kuresevic encontró su "hogar" en la pequeña localidad pacense de Siruela. Se enfrascó entonces en la reforma de su casa, lo que lo apartó temporalmente de los pinceles. Ahora su alma de artista reclama más protagonismo y él ha decidido complacerla con su primera exposición en Extremadura: Impresiones de la retina , que desde el próximo lunes se podrá ver en la sala de la Caja de Badajoz.

Se trata de 17 cuadros que reflejan instantes que grabó en su memoria en sus numerosas aventuras (ha vivido en más de 25 países): de las tribus indias con las que convivió en Brasil; recuerdos de su niñez; sus impresiones tras contemplar la obra de Picasso; de su primera parada en España hace más de dos décadas (hay un cuadro de una paella); o sensaciones de su etapa extremeña con un singular paisaje.

"Quiero que cuando el público mire mis cuadros vea que para mí tienen un importante valor sentimental y que encuentren emociones que lleguen a sus almas", explica el autor.

La exposición de Kuresevic se enmarca dentro de los actos organizados por la Caja de Badajoz para conmemorar su 120 aniversario.