Hacer la guerra a los piojos es el objetivo del proyecto de prevención de pediculosis (infectación por piojos) que lleva a cabo el centro de salud del centro en los colegios de esta zona de salud. Se trata de un proyecto piloto becado por la Consejería de Sanidad que desde hace cuatro años lleva a cabo el grupo de actividades comunitarias, y que finalizará el próximo año.

"Es posible que una vez concluya el proyecto, si los resultados son positivos, podamos extrapolarlo a otras zonas básicas de salud", según María Teresa Muñoz, una de las enfermeras del equipo que realiza esta actividad.

Se cuenta con la colaboración de los alumnos, los padres y los maestros de los colegios Juventud, Lope de Vega, Compañía de María, Santo Angel, Nuestra Señora de Bótoa, General Navarro, Arias Montano y San Pedro de Alcántara, donde el equipo del centro de salud imparte educación para la salud a niños y profesores y revisan in situ las cabezas de los escolares de 3 a 11 años, para lo que cuentan con la autorización de los padres. "En muy contadas ocasiones hemos tenido el rechazo para que se revise a sus hijos, además se muestran interesados en ver la evolución de piojos en el centro escolar donde estudia su hijo, y nos hacen consultas de forma particular", según María Teresa Muñoz.

Cada curso se han revisado las cabezas de 2.000 a 3.000 escolares en las cuatro visitas que se realizan a los centros, donde también se analiza su entorno, como la ubicación de las perchas o las moquetas.

A pesar de que el agente causal de la pediculosis se conoce muy bien, ya que todo el mundo sabe lo que es un piojo, "había mucha infectación, sobre todo en escolares de 3 a 11 años, algo que no tiene nada que ver con el ámbito social, cultural o económico, porque cualquier niño puede contraer pediculosis". El problema, en su opinión, es que no se siguen los tratamientos adecuados ni se tomaban medidas para prevenir el contagio.

"Pero a lo largo de estos cuatro años hemos notado una disminución bastante importante en aquellos casos en los que había una incidencia alta de piojos, y se ha conseguido no solo por los tratamientos sino por la información y la concienciación".

María Teresa Muñoz asegura que "tener piojos nada tiene que ver con la falta de higiene, hemos visto que hay personas más propensas a contagiarse, no sabemos porqué, si por el ph de la piel, su olor, por un factor genético o por el tipo de pelo". Lo que sí tiene hay que tener claro "es que no es algo vergonzante, es algo que puede afectar a todos".