El nuevo curso político comenzó ayer en el Ayuntamiento de Badajoz con un pleno extraordinario para sacar adelante los acuerdos que permitirán invertir antes de final de año con cargo al remanente 1.350.000 euros del denominado Plan de Impulso a la Economía Local que, según defendió el equipo de gobierno, no ha podido ser de mayor cuantía porque es lo que permite la ley para inversiones financieramente sostenibles, en función del superávit del presupuesto del 2018, que fue de 1.937.000 euros.

También se aprobaron expedientes de reconocimiento extrajudical de crédito para el pago de facturas pendientes por valor de 768.000 euros.

El concejal de Economía y Hacienda, Eladio Buzo, se estrenó en estas lides en la confianza de que «nadie me aguara la fiesta». No lo consiguió. No convenció a la oposición; ni tampoco el alcalde, Francisco Javier Fragoso, en sus numerosas intervenciones, que generaron quejas en la bancada socialistas por considerarlas abusivas. «Me corresponde a mí presidir el pleno y dirigir el debate», defendió Fragoso, a lo que el concejal del PSOE Pedro Miranda respondió. «como Franco», palabras que el alcalde pidió que retirase y que estuvieron a punto de motivar su expulsión, como ya ocurrió en el anterior pleno.

El PSOE se abstuvo. El concejal Martín Serván criticó que haya facturas impagadas de hace un año y achacó el retraso a «la desidia, la inacción y dejadez», que perjudica a los proveedores. El alcalde la replicó que la mitad son de Endesa, que presenta en enero las facturas porque el consumo no termina hasta el 31 de diciembre. Respecto al Plan de Impulso, tanto el PSOE como Podemos lo consideraron escaso. Martín Serván dijo que es «liliputiense», propio «de la granja de Play Móvil» y defendió que el ayuntamiento está a la mitad del potencial de inversiones. Por su parte, Podemos votó en contra. Su concejala, Erika Cadenas, acusó al equipo de gobierno de carecer de «prioridades nítidas» y de funcionar «a base de improvisación».

El pleno también aprobó el Plan Económico y Financiero que tiene que presentar ante el Ministerio de Hacienda el ayuntamiento para el cumplimiento de la regla de gasto con motivo de la liquidación del presupuesto municipal del 2018 por haber superado el techo en 15 millones de euros (de 85 a 100), debido fundamentalmente a la liquidación del préstamo de 10 millones para la instalación de luces leds en el alumbrado público y el abono de la carrera profesional y el incremento salarial de los trabajadores municipales. También el PSOE se abstuvo y Podemos votó en contra. Martín Serván reprochó al equipo de gobierno su «incapacidad de gastar» pues, salvo el año pasado, nunca llega al límite del gasto, al tiempo que criticó la falta de medios humanos y técnicos. «Su remanente de tesorería procede de la inactividad del ayuntamiento», reprochó. Llegado a este punto, el alcalde defendió la gestión económica de los últimos años y tiró de experiencia (es el único que estaba en 1995) para echar en cara al PSOE la situación económica del ayuntamiento cuando gobernaba.