La plaza de la Soledad se levantará en agosto para ser sometida a una reordenación que durará más de siete meses. Cuando esta obra --que se hará con 637.080 euros del Fondo Estatal de Inversión Local (Plan E)-- termine, la plaza tendrá plataforma única (aceras y calzada al mismo nivel) y el tráfico se anulará, sólo podrán pasar vehículos por las vías laterales (Duque de San Germán y Arias Montano).

Esta reforma integral, que realizará una Unión Temporal de Empresas formada por Construcciones Manuel Peinado y Justo Pino Torres. S.L., afectará a todos sus elementos, por lo que cambiará el aspecto de la plaza.

En una primera fase se levantará todo para nivelar el espacio, que tiene un desnivel de unos tres metros entre sus extremos, y luego se meterán instalaciones e infraestructuras. En la segunda fase se hará la solera, la pavimentación, el arbolado y el mobiliario urbano, según el arquitecto municipal redactor del proyecto, Antonio Blasco.

Desaparecerán los muros y escalones existentes, así como las plazas de aparcamientos, pero se conservarán los árboles que hay, a los que se sumarán otra fila delante del conservatorio. La estatua del Porrina (que se bajará del pedestal) se desplazará hacia la izquierda y en el lado opuesto, junto a García Hierro, irá una fuente alargada con surtidores que saldrán del suelo. El espacio que ocupan los veladores se adaptará, e incluso cabrán más.

Esta obra, junto con la de la calle del Obispo, donde también se hará plataforma única, empezarán las últimas para entorpecer lo menos posible al tráfico y a los vecinos, según recordó ayer el alcalde, Miguel Celdrán, que visitó esta plaza y las obras de plataforma única que se realizan en Menacho y Francisco Pizarro. Un total de 46 personas trabajan en la obra de Menacho, 25 pertenecientes a Joca, la empresa adjudicataria, y 16 que salieron del paro. Esta obra y la de Francisco Pizarro, "van a un ritmo adecuado", según el alcalde, quien reconoció que "aunque los comerciantes y los vecinos pueden ver que van lentas, no sólo dependen de una empresa sino de otras muchas instalaciones como el agua, la electricidad, o el suministro de materiales".

Después de las quejas de los comerciantes de Menacho, por el perjuicio que esta obra les está ocasionando en plenas rebajas y por su negativa a que se pongan árboles, el alcalde recorrió ayer esta calle comercial para comprobar el estado de las obras. Tras su visita, Celdrán pidió paciencia y disculpas por las molestias que están ocasionando, sin embargo recordó el importante desembolso que ha habido que hacer, ya que la inversión de las cuatro obras (Menacho, Francisco Pizarro, Obispo y plaza de la Soledad) suman 2,1 millones de euros y darán trabajo, en la mayoría de los casos más de seis meses, a 68 personas.

Con estas actuaciones se pretende conseguir "el bienestar de la ciudad y su embellecimiento", según señaló.

CAMBIO DE PASARELAS También anunció que las pasarelas de madera que se han colocado para acceder a las tiendas y establecimientos de estas calles se sustituirán por otras de acero para garantizar la seguridad de los viandantes.

La calle del Obispo será reformada para convertirse en una prolongación de la plataforma única de la plaza de España, de tal manera que en el centro de la calle se pondrá un adoquinado de las mismas características, aunque en forma de ondas. Llevará farolas en la parte izquierda y en la derecha habrá una línea de árboles.