Primera expulsión de la legislatura en un pleno municipal. La protagonizó ayer el concejal socialista Pedro Miranda y se notó que la estaba buscando, pues en ningún momento intentó evitarla cuando el alcalde. Francisco Javier Fragoso, le llamó reiteradamente al orden. Miranda no dudó en tildar de manera repetida de «fascista» al concejal de Vox, Alejandro Vélez, durante su intervención cuando se debatía la moción de Unidas Podemos de condena del régimen franquista, que salió adelante con el apoyo de todas las formaciones representadas en la corporación, salvo Vox, como era de esperar, cuyo concejal respondió a Miranda llamándolo «socialista».

Fue el punto más debatido (se prolongó una hora) de los 28 que componían el orden del día. El pleno aprobó con esta moción condenar el golpe de Estado ocurrido el 18 de julio de 1936 y el régimen de la dictadura militar, además de los asesinatos en Badajoz del 14 de agosto y días posteriores; reprobar a los cargos públicos que hagan apología o exaltación del régimen franquista; apoyar las acciones dirigidas a recuperar y dignificar la memoria de las víctimas de la represión en la Guerra Civil y durante el franquismo y, por último, instar a la Junta a reconocer oficialmente el 14 de agosto como el Día del Recuerdo y Homenaje a las Víctimas.

De la moción solo se eliminó, a petición del PP y de Ciudadanos, el punto referido al compromiso de eliminar símbolos y referencias franquistas de calles y edificios públicos, pues ambos defendieronn que hasta ahora todas las sentencias avalan que Badajoz cumple la Ley de Memoria Histórica. La concejala socialista Rita Ortega se emocionó al recordar durante su intervención que ella fue perseguida y juzgada por el tribunal de Orden Público y expulsada de la universidad. «No voy a pedir ninguna ayuda ni desagravio, pero por mí no van a volver esos tiempos», defendió. Cs mostró su apoyo pero su portavoz, Ignacio Gragera, lamentó que Podemos y PSOE no pusieran el mismo «celo» en otras «cuestiones», en referencia a lo ocurrido a dirigentes de su formación durante el desfile del Orgullo en Madrid, que el pleno condenó, sin el voto de estos dos grupos. «No son casos equiparables, pero sí sintomáticos», reconoció Gragera. La concejala del PP Blanca Subirán, por su parte, criticó la referencia a que el ayuntamiento es «refugio de fascistas» y dijo que todos los partidos con representación están legalmente constituidos.