Las declaraciones del alcalde Miguel Celdrán descartando la posibilidad de que los poblados dispongan del servicio de autobús urbanos los fines de semanas y festivos no ha sentado bien a los vecinos de las pedanías, que han visto como, pese a la ampliación de la concesión del servicio a Tubasa hasta el 2027, su antigua reivindicación sigue sin ser satisfecha.

Las asociaciones vecinales de los poblados consultadas por este diario exigen que se establezcan unos servicios mínimos de autobús urbano para los sábados, domingos y días de fiesta, ya que consideran que se produce una situación de discriminación con respecto al resto de barriadas de Badajoz, a cuyos residentes no se priva de esta prestación.

Los colectivos vecinales son conscientes de que en proporción a su número de habitantes no pueden exigir que las líneas a los poblados tenga la misma periodicidad que las que recorren la ciudad, pero recuerdan que solo piden que se establezcan "unos mínimos" que cubran sus necesidades. "En Alcazaba somos 500 habitantes y es comprensible que el autobús no viniera muchas veces los fines de semana, pero sí sería necesario que hubiese al menos uno o dos servicios por la mañana y por la tarde", opina Francisco Mora, presidente vecinal de esta pedanía.

CABALLO DE BATALLA Para Matilde López, presidenta vecinal de Gévora, lograr que el servicio de autobús urbano se amplíe a los fines de semana es el "caballo de batalla" de los poblados. "Los horarios de los días de diario están muy bien, y no creo que necesitemos más, pero la gente joven se mueve mucho en Badajoz los fines de semana y no tiene cómo desplazarse", explica.

En el caso de Valdebótoa, el presidente de los vecinos, Joaquín María Ramos, apunta que "como mínimo" deberían establecerse tres servicios de autobús urbano los sábado y los domingos. "Pensábamos que el ayuntamiento al menos estudiaría los costes, pero nos ha decepcionado y nos sentimos discriminados", reprocha. Ramos asegura que remitirá un escrito al consistorio y también se pondrá en contacto con otras pedanías para plantear la posibilidad de hacer una reclamación conjunta.

Ildefonso Ceballos, presidente de la asociación de vecinos de Novelda, también consideró "imprescindible" contar con servicio de autobús urbano todos los días y señaló que no disponer de él es un ejemplo más de que a los habitantes de los poblados "se nos considera ciudadanos de cuarta o quinta categoría".

"Estamos discriminados en el transporte público, en el servicio de recogida de basura...", afirma resignado el presidente de la Asociación de Vecinos de Villafranco, Juan María Rubio. Este colectivo, junto con los de Balboa, Alvarado y Cerro Gordo --ahora comparten línea-- han planteado a la empresa concesionaria, Tubasa, la posibilidad de que se amplíe el servicio los fines de semana. De momento, no han tenido respuesta.

El presidente de los vecinos de Balboa, Félix Montanet, señala que incluso le han presentado un estudio que ellos mismos han elaborado y "un cuadrante". "A los poblados nos ponen un autobús o dos en los carnavales, en la feria, pero la gente quiere ir los fines de semana al cine, a ver al Cerro, al Badajoz, a comprar o simplemente a dar un paseo...y quien no tenga coche, sobre todo las personas mayores, no pueden hacerlo", lamenta Montanet.

OTRA PROPUESTA Estas asociaciones vecinales también propusieron a Tubasa, a instancias del propio alcalde, la posibilidad de ampliar las rutas de los días de diario de 6 a 8 para cubrir la demanda al haberse incorporado Cerro Gordo al recorrido, así como la introducción de algún cambio que permitiese acortar el tiempo que se tarda en realizar la ruta completa. Desde Tubasa respondieron que se estudiaría la propuesta.

De momento, los ocho poblados han exigido de forma independiente este servicio, aunque hace años se planteó en la Federación de Asociaciones de Vecinos (Fave), para que esta demanda se trasladase al ayuntamiento desde este foro. Las asociaciones de vecinos aseguran que estas líneas tendrían usuarios, "sobre todo jóvenes y personas mayores que no tienen vehículos". Asimismo, critican que a los políticos se les llene la boca fomentando el uso del transporte público, mientras a ellos se le suprime el servicio dos de los siete días de la semana.