La Policía Nacional tuvo que acudir ayer al mediodía al paseo de San Francisco, a las puertas de un conocido supermercado, donde se había producido un tumulto en torno a un hombre negro que suele pedir limosna o comida entre los clientes, al que acusaron de ladrón y que fue objeto de insultos racistas y xenófobos, referidos a su color de piel y a su origen extranjero.

El altercado se originó cuando una mujer que había perdido la cartera acusó a este hombre, gritándole, de habérsela robado y se produjo un forcejeo. En ese momento fue retenido por personas que se encontraban en la calle, mientras otras comenzaron a increparlo, haciendo que se sintiese amenazado. Llamaron a la Policía Nacional y cuando llegaron los agentes, lo identificaron y lo registraron, comprobando que no llevaba encima la cartera que la señora había perdido. Ninguno interpuso denuncia.