El príncipe Andrés, tercer hijo de Isabel II, vivió el pasado miércoles un episodio curioso cuando intentaba entrar en la residencia oficial de su madre la reina en Londres. La policía británica lo confundió con un intruso mientras accedía al palacio de Buckingham, según informó ayer la agencia local PA. El duque de York fue interceptado por los agentes encargados de la seguridad del palacio, dos días después de que fuera detenido en el recinto un presunto ladrón.

Scotland Yard confirmó que dos policías de uniforme pidieron a un hombre que verificara su identidad el miércoles a media tarde en los jardines de Buckingham. "El hombre fue identificado satisfactoriamente. No se sacaron armas ni se usó la fuerza", aseguró el portavoz policial. Posteriormente, el príncipe Andrés informó de que había recibido una disculpa de la policía. "La policía afronta una tarea difícil al intentar combinar la protección de la familia real con la detención de intrusos, y a veces se equivoca", declaró. "Agradezco su disculpa y espero poder pasear de forma segura por los jardines en el futuro", añadió el príncipe.

Según la agencia, los agentes dieron el alto al príncipe Andrés a su regreso de un acto oficial en el centro de Londres. El incidente se produjo dos días después de que un individuo fuera detenido por la policía por entrar sin autorización al palacio. El intruso, que escaló una verja y logró colarse en el edificio, fue arrestado el lunes en un área "normalmente abierta al público durante el día", explicó la policía. Otro individuo fue detenido en el perímetro exterior de Buckingham como supuesto cómplice.

Estos dos arrestos han motivado una revisión de las medidas de seguridad que rodean a la soberana, que no se encontraba en palacio cuando entró el supuesto ladrón dado que no regresará hasta octubre de sus vacaciones en Escocia.

Isabel II, su esposo, el príncipe Felipe, y el primogénito de ambos, el príncipe Carlos, asistieron ayer a una competición tradicional en las Tierras Altas escocesas.