Agentes de la policía local procedieron ayer a decomisar un total de 680 kilos de fresas de una furgoneta, porque quienes las estaban vendiendo en el mercadillo no pudieron acreditar su procedencia con la presentación de la correspondiente factura.

Una docena de agentes uniformados intervinieron en la operación, que fue el resultado del control de los puestos ambulantes.