Agentes de la Policía Local de Badajoz detuvieron ayer a un joven de 28 años sobre el que pesaba un orden de busca y captura con ingreso en prisión. El hombre, que fue trasladado a la comisaría de la Policía Nacional, fue localizado en un control rutinario a una sala de juegos de azar de la barriada de San Fernando, donde levantó sospechas tras mostrar una actitud esquiva al percatarse de la presencia policial. El joven estaba jugando a una máquina tragaperras.

Además, la policía local denunció al establecimiento por una infracción «muy grave», ya que permitió la entrada del joven detenido, a pesar de que por sentencia judicial tiene prohibido el acceso a casinos o otro tipo de locales de juego y apuestas. La sanción prevista para estos casos por la ley oscila entre los 60.000 y los 600.000 euros. H