La rápida actuación policial ha sido determinante para que el pasado domingo un detenido que se encontraba en el interior de los calabozos de la Jefatura Superior de Policía no muriese por asfixia.

Un joven de 31 años, identificado con las iniciales A. M. L., fue trasladado a las dependencias policiales después de que la madrugada del sábado al domingo la policía comprobase en una identificación rutinaria que existía un juzgado de Trujillo había reclamado su detención. Según los archivos de la Guardia Civil, a esta persona le constan 9 detenciones anteriores por distintos delitos.

Sobre las 13.30 horas del domingo, funcionarios policiales descubrieron al detenido en los calabozos colgado por el cuello. El joven fue reanimado y trasladado al servicio de Psiquiatría del Infanta Cristina.