Dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía fueron agredidos y resultaron heridos al sufrir lesiones de carácter leve cuando intentaron evitar que un interno del centro penitenciario de Badajoz agrediese al personal médico del Servicio de Urgencias del Hospital Infanta Cristina que estaba prestando atención sanitaria. El suceso ocurrió la noche del pasado lunes, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Extremadura.

Los hechos sucedieron alrededor de las 23.50 horas del pasado día 1 de abril, cuando una patrulla agentes policiales se hicieron cargo de la custodia de un recluso de la prisión de Badajoz, que se encontraba ya en la zona de Urgencias del mencionado hospital, desde las 19.00 horas.

Cuando se personaron en el lugar, fueron informados por parte de los agentes a los que iban a sustituir en su función de vigilancia, que esta persona, un varón de 25 años, había mantenido una actitud "violenta y amenazante" durante todo el tiempo que llevaban en el centro tanto con el personal médico, como con los propios funcionarios a los que relevaron, "creando un gran revuelo y malestar entre los pacientes" que se hallaban en la misma zona.

El citado interno, de quien la policía no da su identificación ni iniciales, pero que se sabe que cumple condena por tres causas relativas a otros tantos delitos, aumentó la agresividad hacia los facultativos amenazándolos de muerte. Cuando le iban a realizar una prueba radiológica, fue el momento que aprovechó para intentar arrojarles el soporte metálico en el que se traslada el gotero que llevaba, lo que lograron evitar los policías que le custodiaban.

Ante la actitud que presentaba el interno, fueron los propios médicos quienes dispusieron que esta persona fuera inmovilizada en la cama, con el empleo de correas de fuerza, y trasladada a unas dependencias más reservadas.

Así mismo, fue durante el traslado cuando el preso cogió un extintor de incendios fijado a la pared e intentó lanzarlo contra los allí presentes, "teniendo que ser reducido por los agentes actuantes, utilizando para ello la mínima fuerza indispensable, evitando con ello que agrediese al personal médico que le estaba asistiendo en ese momento", según la jefatura superior.

EL ALTA Y REGRESO Además, tuvieron que intervenir otros dos agentes que se hallaban fuera del recinto hospitalario, en el furgón policial en el que realizaron el traslado del recluso, para ayudar a sus compañeros, si bien estos no sufrieron lesiones.

Instantes después, el propio interno solicitó el alta médica voluntaria, siendo luego trasladado por los agentes policiales al centro penitenciario donde cumple condena, no deponiendo su actitud violenta y amenazante durante el trayecto.

Como resultado de esta actuación, dos agentes policiales adscritos a la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana resultaron lesionados, presentando uno de ellos un "arrancamiento ungueal de un dedo y una tendinitis en una muñeca, y el otro erosión y artritis postraumática en un dedo y tendinitis en la otra muñeca".

Al preso le fueron imputados dos nuevos delitos de atentado a funcionario público y atentado a agentes de la autoridad, tras lo que se tramitaron las correspondientes diligencias.