La policía local investiga si el coche que ayer al mediodía se recuperó del cauce del río Guadiana, a la altura del puente Real, data de la riada del 97. Esta es una de las hipótesis que se barajan, aunque tampoco se descarta que se hubiera abandonado en otra parte del río después de ser robado y haya sido arrastrado hasta esta zona debido a las persistentes lluvias.

Lo que tanto la policía local como los bomberos, que participaron en la recuperación del vehículo, tenían claro desde el primer momento es que el vehículo no había sufrido un accidente reciente, ya que se encontraba a unos 40 metros de la orilla. El coche, un Fiat de color rojo, fue localizado por un trabajador de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), que lo fotografió y llevó la imagen a la policía. Entonces, se decidió montar un dispositivo para proceder a su recuperación y comprobar qué había en su interior.

Las tareas, que suscitaron el interés de decenas de curiosos que se apostaron en el puente Real y junto a la orilla del río, se prolongaron durante cerca de cuatro horas. Los bomberos arrastraron el vehículo hasta la orilla, pero quedó encallado en el fango y fue necesario solicitar al ayuntamiento la intervención de una grúa-pluma. Ante la tardanza de esta recurso --se pidió sobre las doce de la mañana y no llegó hasta las dos de la tarde-- dos buzos del cuerpo de bomberos revisaron el interior del vehículo para confirmar que, como presumían, no había ningún cuerpo en el interior.

Cuando la grúa-pluma logró izar el vehículo a la superficie, se comprobó que éste era un modelo antiguo de la marca Fiat y que no tenía placas de matrícula, por lo que a simple vista no se podía concretar de qué año es. Estaba cubierto de limo, lleno de basura --incluido un carrito de la compra de una gran superficie-- y no tenía ni maletero ni capó. Por el estado del vehículo, la policía local consideró que era "probable" que pudiese ser uno de los coches que el agua arrastró durante la riada.

No obstante, hasta que no se coteje el número de bastidor con los archivos de la policía y la Guardia Civil, no se podrá saber con total certeza quién era su propietario y cúal fue el motivo por el qué acabó en el río.