Durante el desarrollo de la feria, la policía local se ha incautado 4.765 artículos diferentes destinados a la venta ambulante en el recinto ferial, según informó ayer el concejal del área, Germán López Iglesias. Así, se han producido 31 actas de intervención de distintas mercancías, desde gorros a bisutería, gafas, relojes, flores de telas, diademas, figuras de madera, juguetes, armas simuladoras, piedras y marfil, paquetes de tabaco de distintas marcas y discos compactos falsos.

Solo 2.700 de estos artículos se le incautaron a una persona de nacionalidad senegalesa, encargada de distribuir los productos a través de un grupo de 15 compatriotas que tenían como centro de operaciones una tienda de campaña instalada con las caravanas, donde incluso tenían una cocinera que se encargaba de darles de comer.

López Iglesias informó además de los datos de tráfico durante los días de feria: al recinto han llegado 101.000 coches, casi 2.000 menos que el año anterior (fueron 103.00). El 24 fue el día en que más gente entró en el ferial pues se contabilizaron 18.300 vehículos, prácticamente los mismos que el año anterior. Sin embargo, según el concejal, este descenso se ha visto "compensado" por el incremento de usuarios de los autobuses urbanos, que han tenido 5.000 viajeros más que en el 2010. A este respecto, López Iglesias subrayó la importancia de que los pacenses opten por el transporte público.

Durante los días de feria ha habido 31 accidentes de tráfico, 11 con lesiones, 4 de ellos graves. Además se han registrado 4 alcoholemias positivas y un delito por conducir sin permiso.

También se ha denunciado a 10 establecimientos de hostelería (8 en el Casco Antiguo y 2 en el resto de la ciudad) por colocar sillas de plásticos, altavoces exteriores o no recoger las barras, así como 4 actas de denuncia por instalar más veladores de los autorizados o negarse a retirarlos, además de un acta de botellón en la plaza de la Soledad, 4 por molestias y ruidos, 3 por incumplir la orden de clausura y 3 por no respetar el horario de cierre.

Respecto a las quejas de los vecinos del Casco Antiguo, el concejal reconoció que "el ayuntamiento que ha llegado tarde" en la declaración como zona saturada de ruidos, que tenían que haber aprobado un año antes, porque "se nos está yendo de las manos el ruido por las noches" y hace difícil compaginar le ocio con el descanso.