Nuevo desalojo y precinto de un restaurante en un área de servicio de Badajoz. La policía local ha tenido que intervenir sobre las diez de la mañana de este jueves en un establecimiento situado junto a una gasolinera de un vial de servicio de la BA-20 tras comprobar que en el interior del negocio había clientes que no eran transportistas ni trabajadores de servicios esenciales. El propietario ha sido propuesto para sanción por incumplir la orden de cese de actividad decretada por la Junta de Extremadura y prorrogada ayer, pues, aunque en este caso el restaurante está adscrito a la estación de servicio, únicamente puede permitir el acceso al local a los trabajadores mencionados.

Una vez que la clientela ha abandonado el local, han procedido a colocar cintas de precinto en todas las entradas. Mientras los agentes se encontraban a las puertas han sido varias las personas que han intentado acceder al establecimiento para desayunar. En algunos casos, al ver a la policía se han dado la vuelta, pero en otros han sido los policías los que han tenido que darles el alto para informarlas de que no podían entrar y recordarles que este tipo de locales permanecen cerrados para el público en general.

Por su parte, el dueño del negocio, Óscar Tejeda, ha asegurado que cuando ha llegado la policía local había seis clientes consumiendo, que previamente habían dicho que pertenecían a colectivos profesionales de servicios esenciales, además de cuatro trabajadores y un informático que estaba realizando una reparación. "Hemos echado para atrás a gente que viene con niños o que se ve claramente que no son profesionales, pero yo no puedo pedir documentación para comprobarlo. Que pongan una patrulla de policía en la puerta", ha dicho.

"Nos estamos ateniendo perfectamente a la ley, por eso solo había seis personas en el bar, porque normalmente mi clientela a esta hora de la mañana sería de 40 o 50", ha añadido el hostelero, que ha afirmado que va a poner en manos de su abogado el caso. "Mis ingresos están diezmados, solo estamos sacando para pagar a duras penas", ha lamentado, a la vez que ha insistido que en su local "las leyes se están cumpliendo a rajatabla".

Es el segundo establecimiento de este tipo clausurado en dos días en la capital pacense. Ya el pasado fin de semana establecimiento de este tipo clausuradose desalojó también un establecimiento similar en una estación de servicio de Mérida cuyo interior estaba lleno de gente consumiendo.