La Policía Local de Badajoz intensificará desde esta semana los controles sobre los perros potencialmente peligrosos en los paseos de los arroyos Rivillas y Calamón, una zona donde suelen acudir con este tipo de animales muchos ciudadanos. Los agentes controlarán que los dueños cumplan la normativa, es decir, que los perros estén provistos de bozal, sujetos por correas y cuenten con el seguro obligatorio y la cartilla sanitaria al día.

Además, la ley exige que los propietarios de estos animales superen un examen psicotécnico y una prueba de aptitud psicológica con el fin de conseguir una licencia especial del ayuntamiento. Las infractores se enfrentan a multas de entre 300 a 2.500 euros.

La policía local explicó que se ha decidido intensificar los controles por las quejas ciudadanas que se han recibido sobre la presencia de perros potencialmente peligrosos sueltos y sin bozal en los paseos, muy frecuentados por deportistas y con varios parques infantiles. Aunque ayer no facilitaron datos sobre el número de denuncias tramitadas el 2012 contra propietarios de este tipo de animales, según los datos publicados, han ido en aumento; en el 2009 hubo ocho; en el 2010, 17; y en el 2011 se contabilizaron más de 40.