El portavoz de la Plataforma 0,7, Rafael Barragán, no salía de su estupor cuando hace unos días recibió en su domicilio, a su nombre, no por su cargo, una notificación de la denuncia de la policía local por repartir octavillas en la puerta del ayuntamiento el pasado 14 de enero, lo que conlleva una multa de 90,15 euros.

Barragán está convencido de que se trata de una "persecución abierta" del alcalde, Miguel Celdrán. El concejal de IU, Manuel Sosa, recordó ayer que a raiz de otra multa a la plataforma por el mismo motivo, su grupo presentó una moción ante el pleno, que fue aprobada, para suprimir el apartado de la ordenanza de limpieza que prohíbe el reparto de octavillas por ser inconstitucional. El acuerdo se adoptó en abril del año pasado y determinó que se permitiría repartir panfletos siempre que se comunicase previamente dónde se haría. Barragán dirigió el pasado 4 de enero una carta avisando al alcalde de su presencia en todos los plenos.