La crisis y la ley antitabaco han favorecido la proliferación de fiestas en domicilios, lo que ha elevado el tono de los conflictos vecinales y las quejas ante la policía local, que en lo que va de año ha atendido más de 300 avisos de vecinos por esta causa, según el intendente de la Policía Local de Badajoz, Antonio Nogales. La media de intervenciones realizadas por los agentes es de diez los fines de semana.

Aunque en la mayoría de los casos el problema se soluciona sólo con la presencia policial, han tramitado 44 denuncias por incumplimiento de la ordenanza relativa a molestias por ruidos. La multa por esta infracción es de 90 euros.

El perfil es el de jóvenes estudiantes que viven en pisos de alquiler, donde se reúnen con un grupo de amigos, "sobre todo los jueves, que es el día preferido para estos encuentros, porque el viernes muchos se marchan de la ciudad, ya que son de fuera, o quedan en el botellón".

Las fiestas en pisos se suceden a lo largo del año y en distintos puntos de la ciudad, "pero cuando más follón hay es en periodo lectivo y sobre todo los días de lluvia o de mucho frío". En verano, según señaló, suelen descender, ya que dejan los pisos "pero vuelven de nuevo un par de semanas antes de empezar las clases".

Las quejas se repiten sobre todo en Valdepasillas, San Fernando, Perpetuo Socorro y La Paz, las zonas donde se concentra un mayor número de pisos alquilados a estudiantes.

Nogales explicó que desde la Jefatura de la policía local se trabaja en "tipificar convenientemente esta infracción en la ordenanza de policía urbana, que habrá que modificar", según señaló.

Ahora se está aplicando el artículo 54 de la ordenanza de protección ambiental en materia de contaminación acústica, que prohíbe "el comportamiento incívico de los ciudadanos cuando producen ruidos que superen altos niveles, ya sea debido al tono de la voz humana, a instrumentos acústicos, aparatos domésticos o a cualquier otra fuente generadora de perturbaciones".