Agentes de la Policía Local denunciaron el pasado fin de semana a dos personas que llevaban tres perros potencialmente peligrosos (un pitbull y dos bulterrier) sueltos y sin bozal por el parque de los arroyos Rivillas y Calamón. Fueron multadas por dos infracciones distintas consideradas graves, cuya cuantía oscila entre los 300 y los 2.500 euros cada una, según la ley 50/99, que regula la tenencia de este tipo de animales.

El intendente de la Policía Local, Antonio Nogales, recordó que la ley exige que los dueños de estos animales superen un examen psicotécnico y una prueba de aptitud psicológica con el fin de conseguir una licencia especial del ayuntamiento.

"Estos animales deben ir siempre atados con correa, pero ésta no puede ser extensible y su longitud máxima no puede superar los dos metros. Además, deben sacarse a la calle de uno en uno, una misma persona no puede llevar dos o más. En el interior de las casas también deben tener un lugar apartado del resto de las personas que viven en la casa", según Nogales.

PERSECUCION Por otra parte, un motorista de 24 años, R. G. T., tuvo en jaque la tarde del domingo a varias unidades de Policía Local y Policía Nacional, que le persiguieron por distintas calles de Las Moreras cuando conducía de forma temeraria.

La policía recibió varios avisos de vecinos que alertaron sobre las cuatro de la tarde de que un joven conducía una motocicleta de campo a gran velocidad. El motorista hizo caso omiso a los agentes y se saltó el dispositivo policial, aunque finalmente fue detenido, pero sin la moto, que consiguió esconder en algún punto del barrio.