La Policía Nacional no ha encontrado todavía el arma que se utilizó para causar la muerte a Santiago Maldonado, cuyo cadáver fue hallado con numerosas puñaladas en una calle de Suerte de Saavedra el pasado 14 de abril. Este es uno de los pocos datos que ayer confirmó el jefe superior, Angel Galán, durante su comparecencia pública para informar sobre el desarrollo de la investigación, que llevó el jueves pasado a la detención de un hombre de 49 años y su hija, de 23 años, por su presunta implicación en este homicidio. El juzgado de guardia decretó el sábado para ambos el ingreso en prisión sin fianza.

A pesar de ello, Galán defendió la investigación, realizada "codo con codo" por el grupo especial de Homicidios de Madrid y la comisaría de Badajoz, y la existencia de "pruebas suficientes" para incriminar a los dos detenidos. "Tenemos el convencimiento moral de los hechos", añadió.

El jefe superior de la Policía Nacional reconoció que la investigación ha sido "muy complicada" y que ha costado "mucho trabajo" centrar las averiguaciones en una hipótesis principal "porque la víctima tenía muchos problemas de muchos órdenes", dijo. Y aunque no aclaró ni qué tipo de pruebas han obtenido ni qué móvil barajan por encontrarse el caso bajo secreto de sumario, todo apunta a que el motivo sobre el que trabajaron los agentes fueron las rencillas existentes entre las familias de la víctima y los detenidos, a quienes los agentes sitúan dentro de "su entorno social".

Los policías que han intervenido en la investigación, según reveló Galán, han sufrido amenazas mientras realizaban su trabajo. En este sentido, lanzó una advertencia: él es el responsable último de la investigación y no va a consentir que se amedrente a ningún funcionario de la jefatura.

El mando policial quiso aclarar que aunque el Juzgado de Instrucción número 2, de guardia cuando los detenidos pasaron a disposición judicial, haya decretado su ingreso en prisión, puede darse el caso de que el Juzgado de Instrucción número 3, a quien compete el caso, decida la puesta en libertad con cargos "de uno o de los dos detenidos", siempre que se constate que no hay riesgo de fuga y que esta situación no modificará pruebas fundamentales.

El Juzgado de Instrucción número 3 no había recibido ayer aún las actuaciones practicadas por el juzgado de guardia en relación a los dos detenidos, por lo que padre e hija continuaban en prisión y no se había tomado ninguna medida, según confirmaron fuentes judiciales.