La Policía Local de Badajoz denunció en el mes de julio a 26 jóvenes, tres de ellos menores de edad, por consumir alcohol en zonas no autorizadas de la vía pública, una infracción que se sanciona con una multa de 300 euros (cuando se trata de un menor se avisa de forma inmediata a sus padres o tutores). Además, se denunció a dos tiendas por vender bebidas alcohólicas sin estar en posesión de la licencia especial que se requiere para ello.

El intendente de la Policía Local, Antonio Nogales, explicó que durante el verano los agentes intensifican la vigilancia de los parques --como el de Puerta del Pilar, entre otros-- para evitar que proliferen los denominados botellones y hacer cumplir la Ley de Convivencia y Ocio de Extremadura, que prohíbe el consumo de alcohol en la vía pública salvo cuando se lleve a cabo en la terraza de un establecimiento o en las zonas que hayan sido designadas en cada ciudad por el ayuntamiento para tal fin. En el caso de Badajoz, los espacios autorizados son el paseo de los locales del río, el ferial de Caya y el entorno del estadio Nuevo Vivero.

CONTROLES SELECTIVOS Nogales quiso dejar claro que la labor de los agentes no es impedir que los grupos de jóvenes disfruten de estos espacios verdes, de hecho, según destacó, son muchos los que se reúnen en zonas como la alcazaba sin que el motivo sea consumir alcohol. "La usan como zona de esparcimiento, hacen picnics y es raro encontrar a gente que consuma bebidas alcohólicas", citó como ejemplo.

Los agentes de la policía local realizan controles selectivos entre los grupos que se encuentran en los parques para vigilar que no se consuma alcohol, aunque Nogales reconoció que a veces no resulta fácil comprobar si se trata de una bebida alcohólica o no, sobre todo cuando están en envases sin identificar, porque carecen de reactivos.

ACTUACION CONJUNTA El intendente de la Policía Local señaló que además durante todo el año se realizan controles conjuntos con el Cuerpo Nacional de Policía de jueves a sábado tanto en parques como en el entorno de los locales de copas, donde no es extraño ver a grupos que se reúnen para beber antes de entrar en los establecimientos --lo que suscita las quejas de los vecinos del entorno--.

En el 2010, se contabilizaron, según los datos aportados por la Policía Local, una media de entre 12 y 15 denuncias por consumo de alcohol en la vía pública cada fin de semana.