La policía local logró abrir un coche que se hallaba estacionado en la calle Mayor, en el que se habían quedado encerrados dos niños pequeños, que permanecieron en el interior unos 20 minutos.

Debido a que la persona adulta que conducía, un familiar de los menores, al salir se dejó las llaves dentro del vehículo, según los agentes. Un viandante rompió uno de los cristales traseros y la policía logró quitar el seguro y sacar a los niños.

Ninguno de los niños sufrió daño, manifestaron los miembros de la policía local.