La Policía Local de Badajoz está vigilando en supermercados y grandes superficies para evitar que personas mayores le faciliten la adquisición de bebidas alcohólicas a menores para su consumo en fiestas o en el botellón.

Agentes de paisano de la Unidad de Cometidos Especiales y Comercio de la policía local consiguieron en la tarde del pasado viernes abrir cinco diligencias informativas a personas que compraron distintas botellas de alcohol para entregarlas después a grupos de menores.

En estos momentos están investigando los hechos y se ha abierto ya un expediente sancionador, por lo que la persona denunciada podría pagar una multa que puede alcanzar los 30.000 euros, al ser considerada una sanción muy grave por la Ley de Convivencia y Ocio de la Junta de Extremadura, cuyo artículo 8 prohíbe que se dispense alcohol "por ningún motivo, ni gratuitamente, a los menores".

Empieza a ser una práctica habitual que los menores utilicen a alguien de su pandilla que ya ha cumplido los 18 años para que sea éste el que muestre en la caja el carnet de identidad y compre las bebidas alcohólicas que después consumirán todos juntos.

Pero también se ha detectado por parte de la policía local que hay personas, no tan jóvenes, que nada tienen que ver con el grupo de menores, que se prestan o se dejan convencer para comprarles las bebidas, que después les entregan a la salida del supermercado.

"Algunos lo han hecho en un plan casi inocentón, sin saber la gravedad del hecho ni lo que les puede acarrear", según explicó el intendente de la policía local, Antonio Nogales, quien advirtió a esos mayores que son "cazados" por los menores para conseguir alcohol que se aplicará el artículo 8 de la Ley de Convivencia y Ocio.

Entre las siete de la tarde y las nueve de la noche del pasado viernes, los agentes de paisano detectaron a varios grupos de jóvenes en un supermercado del centro de la ciudad que elegían en las estanterías diversas botellas de licores. Uno de los agentes, apostado junto a las cajas, observó esta práctica, por lo que esperó al momento en el que el mayor hacía entrega a los menores de las bolsas con las bebidas.

Tras identificarse, los agentes solicitaron la documentación, registraron las bolsas e intervinieron los productos.

Aunque Nogales reconoció que este tipo de denuncias son "jurídicamente difíciles", cree que más de una de las diligencias abiertas prosperará y se convertirán en sanciones. El viernes anterior se abrieron otras cuatro diligencias.

Además, insistió en que los establecimientos no tienen ninguna responsabilidad, ya que venden estas bebidas tras comprobar que el cliente es mayor de edad.