"Por un local de 20 metros cuadrados te cobran hasta 200 euros al mes, casi como un piso". Con estas tarifas, según Carlos Benítez, miembro de Amex Badajoz y componente del grupo La Momia Bebé, muchos grupos de la ciudad se ven obligados a compartir espacio para reducir costes o a tener que tocar en garajes u otros sitios sin condiciones.

Benítez lamenta que en pequeños pueblos se hayan habilitado locales de ensayo "y hasta pequeños estudios de grabación" dentro de los Espacios para la Creación Joven, mientras que en Badajoz "no se echa una mano a los músicos". "Igual que se ayuda a la gente del teatro o los grupos de folclore, se nos debe ayudar a nosotros, porque parece que somos de segunda categoría", critica.

A su juicio, la actitud del público en general y de las administraciones sobre la música que se hace en la ciudad también debería cambiar. "Si hablamos de flamenco o de folclore regional muy bien, pero si es de rock ya no lo toman tan en serio", asegura el músico.