El Plan de Impulso de la ciudad propuesto por el equipo del gobierno del Ayuntamiento de Badajoz salió ayer adelante con el apoyo de Ciudadanos (C's), con el que el PP lo negoció y llevó a la Comisión de Hacienda, por un total de 7,4 millones de euros. Se aprobó con los votos del PP y C's y con los de PSOE y Podemos Recuperar Badajoz (PRB) en contra, como anunció éste que haría mientras que el PSOE lo decidió tras plantearse una posible abstención si se recogía buena parte de las propuestas de su plan alternativo, cuantificado en 11,7 millones, mas al no ver reflejadas las cuantías suficientes, decidió el voto negativo.

Defendió la propuesta la edil de Hacienda, Mari Paz Luján, con argumentos conocidos: que se basa en lo demandado por vecinos y colectivos, que se destina el 65% a barrios y pedanías, y que la cifra de 7,4 millones fue la que indicada por la Intervención, conforme a lo que quedaba del remanente tras aprobar por unanimidad con anterioridad el pago de 28 de los 54,4 millones de euros del remanente para aminorar la deuda y disponer, el próximo curso, de más capacidad de actuación.

Ricardo Cabezas, portavoz del PSOE, planteó que, a posteriori, habría sido mejor pagar menos deuda, "20 millones en vez de 28 y dedicar 8 más al Plan de Impulso". Remigio Cordero, portavoz de PRB, lo consideró claramente insuficiente y mostró su esperanza en que el ejercicio próximo se hagan "las cosas de forma distinta y negociando desde octubre el presupuesto, trabajar en el nuevo el plan en junio".

El alcalde, Francisco Javier Fragoso, defendió la decisión unánime de reducir la deuda hasta al 13% "para tener más capacidad el próximo curso y para el nuevo plan". Y recriminó a Cordero que hablara de una red clientelar --no de clientelismo político, aclaró éste-- sin dar datos contrastados, "porque es peyorativo aunque le quite el término político", y pidió respetar la honradez de empresas y funcionarios.

Este rifirrafe se debió a que Cordero, además de considerar la cuantía del plan insuficiente, y no compartir las prioridades del mismo, denunció, como el día anterior, que "en algunas partidas figure un solo presupuesto y se aconseje la empresa con la que contratar". Aclaró que "no es esto sea Boadilla del Monte, pero es algo que hay que corregir".

Borruel, de C's, explicó su apoyo al plan: "Queríamos un compromiso del gobierno de negociar el presupuesto en octubre y resolver tres puntos del pacto de investidura que quedaban bailando". Son la auditoría municipal, informe sobre el Cubo, que saldrán en agosto, y elección de alcaldes pedáneos, en noviembre. Justificó su decisión en las aportaciones al plan, en función de la cuantía y "lo quedó fuera es que no se cumplían los plazos", dijo.

Borruel reclamó al alcalde una reunión en septiembre de los cuatro grupos para tratar sobre el viejo hospital provincial, petición que fue avalada por los demás grupos y a la que accedió Fragoso.

Cabezas, tras reprocharle el alcalde que se sintió "engañado porque me manifestó que podrían abstenerse" y después votó en contra, lo que consideró una falta de autoridad en su grupo, el portavoz socialista le respondió que "no soy el jefe de mi grupo, soy su portavoz", para explicar seguidamente que tal postura se debió a la escasa cuantía de las partidas, que él analizó comparativamente por gastos en los distintos años y respecto al plan alternativo de su grupo, aun reconociendo que el equipo de gobierno hizo "un importante esfuerzo de consenso".

Cordero explicó, finalmente, que "votamos no por las prioridades y por el procedimiento", aunque "arrancamos el próximo curso con confianza en que las cosas serán distintas".