Con los votos favorables del PP, Ciudadanos y el concejal no adscrito Luis García-Borruel, el pleno municipal, en sesión extraordinaria, aprobó ayer la modificación del contrato del servicio de transporte urbano de Badajoz, que permitirá ampliar la concesión a Tubasa diez años -del 2027 al 2037- a cambio de que la empresa incorpore a su flota 15 autobuses eléctricos y cinco microbuses para habilitar líneas exprés y lanzaderas. El PSOE y Podemos votaron en contra, pues, aunque defendieron que están de acuerdo con que se utilicen este tipo de vehículos, consideran que no está justificada la prórroga ni entienden por qué se hace justo en este momento.

El concejal de Transportes, Jesús Coslado, recordó que con la ampliación del contrato a Tubasa lo que se consigue es mejorar el servicio, poner en marcha nuevos recorridos y reducir la contaminación (10 toneladas de CO2 menos al día), todo ello sin subir las tarifas y con «sobrecoste 0» para los ciudadanos, pues se «recuperará la inversión» con el ahorro en combustible y la reducción del déficit tarifario.

Como ya informó este diario cuando se presentó esta actuación, con los microbuses se creará una línea directa desde Alvarado y se incorporará una segunda a Cerro Gordo. Además habrá una línea exprés desde Llera al centro de salud de Valdepasillas, que también dará servicio a Condes de Barcelona y tendrá parada en Damián Téllez Lafuente para facilitar la llegada al hospital Perpetuo Socorro y al Materno. Otra línea exprés cubrirá el recorrido entre la estación de tren por Augusto Vázquez y la de Las Vaguadas (6) se ampliará a toda la barriada. Asimismo, una lanzadera cubrirá la parte alta de La Pilara, a donde los autobuses de 90 plazas no pueden acceder ahora.

Con estas medidas, según Coslado, Badajoz se convertirá en la ciudad de Europa con mayor porcentaje de vehículos eléctricos en su flota. El concejal explicó que durante toda la legislatura se han estado probando distintos modelos de vehículos, para ver el que mejor se adaptaba a las necesidades de la ciudad y por eso es ahora cuando se ha tomado la decisión.

Estos argumentos no convencieron ni al PSOE ni a Podemos, que votaron en contra de la ampliación del contrato a Tubasa. Ambos grupos coincidieron al cuestionar la «premura» con la que se ha querido resolver esta cuestión y aseguraron que no encuentran justificado que se prorrogue en el 2018 una concesión hasta el 2037 cuando la actual no cumple hasta dentro de 9 años. El portavoz municipal socialista, Ricardo Cabezas, recriminó al equipo de gobierno que no facilitase con más antelación el informe de Tubasa y se preguntó si había algo que «esconder». En este sentido, adelantó que «posiblemente» recurra la decisión «porque la falta de transparencia y de consenso son abusivos», dijo.

El portavoz del PSOE esgrimió que «no es cierto» que la actuación tenga coste 0 para el ayuntamiento, y por tanto para los ciudadanos, y defendió que es obligación de la concesionaria renovar la flota tras cumplirse el periodo de vida útil de los vehículos. Se quejó de que sea Tubasa la que fije las nuevas líneas, en vez del ayuntamiento atendiendo a las reivindicaciones vecinales, y abogó porque, siguiendo el reglamento europeo que establece un máximo de 10 años más una prórroga de otros cinco para las concesiones, se «rescatara el servicio de manera transitoria» cuando cumpla el contrato, para volver a lictarlo respetando la concurrencia competitiva y no «hipotecándonos» hasta el 2037.

Por su parte, el portavoz de Podemos, Remigio Cordero, aseguró que detrás de esta «premura» hay una estrategia electoral, pues la intención del PP es que los autobuses empiecen a circular coincidiendo con la campaña para los comicios municipales.

BRONCA / De nuevo, los momentos más broncos de la sesión los protagonizaron el alcalde y los concejales de Podemos. En esta ocasión el enfrentamiento fue entre Fragoso y Cordero. Éste último, en su intervención hizo referencia a las relaciones entre las concesionarias y el PP en ayuntamientos de distintas comunidades autónomas, que han acabado en procedimientos judiciales y condenas, y acusó al gobierno local de formar con Tubasa «un equipo de intereses». Tras sus palabras, el alcalde lo acusó de «matonismo» y de faltar el respeto y le advirtió de que no iba a «aguantar» insinuaciones de corrupción, por lo que lo instó a no actuar como «un cobarde» y acudir al juzgado si tenía pruebas.

No fue el único choque dialéctico. Cuando Cordero tomó de nuevo la palabra continuó su discurso en la misma línea y Fragoso lo avisó de que si volvía a insinuar cualquier tipo de actuación corrupta referida a él o a sus concejales lo echaría del pleno. El portavoz de Podemos se quejó de que estaba coartando su libertad de expresión. «Usted ha sido un señorito de familia bien y está acostumbrado a hacer lo que le dé la gana, pero con la dignidad del hijo de dos maestros no se juega», le espetó el alcalde, quien defendió que su relación con las concesionarias es la de «trabajar con el servicio que nos prestan».

Por su parte, la portavoz de Ciudadanos, Julia Timón, justificó su apoyo en que esta actuación permitirá que barrios y poblados estén mejor comunicados y en que permite dar un paso en materia de movilidad sostenible y compromiso con el medio ambiente, Asimismo, recordó que hace dos años ya se puso sobre la mesa la necesidad de renovar la flota de autobuses por la antigüedad de muchos de ellos, por lo que no se trataba de un asunto que surgiera de la noche a la mañana.

Mientras, Borruel señaló que, aunque él ha sido muy crítico con las concesionarias, no es así con Tubasa porque tiene constancia de la satisfacción de los usuarios y de los trabajadores. Además, según quiso destacar, se crearán 9 puesto de trabajo con la medida. «No veo ninguna razón para no votar a favor de la ampliación del contrato», dijo.