El cierre de piscina de La Granadilla para su reforma y adaptación a la normativa vigente es inaplazable. El equipo de gobierno rechazó además en el pleno de ayer otras alternativas, como concertar con piscinas privadas de la ciudad precios públicos, tal y como propuso el PSOE en una moción que sólo apoyó IU.

Tampoco accedió el PP a los requerimientos de la oposición para que se retrase esta obra, incluida en el Plan E, hasta septiembre y pedir luego una prórroga al Gobierno en el caso de que no pudiera cumplir los plazos exigidos y tenerla terminada el 31 de diciembre.

El portavoz del gobierno local, Francisco Javier Fragoso, y los grupos de la oposición se acusaron mutuamente de "hacer demagogia" con esta actuación, que centró el debate del pleno. Tanto PSOE como IU criticaron la "falta de previsión" y la "mala gestión" del PP, por no haber iniciado la obra antes de la temporada de baño y haber dejado a Badajoz sin la única piscina municipal de verano que hay.

El portavoz socialista, Celestino Vegas, reprochó al equipo de Celdrán que "no haya dado prioridad a esta obra" cuando conocía que la piscina necesitaba esa reforma desde hace tiempo, prueba de ello es que en el 2008 presupuestaron 900.000 euros para arreglarla.

En este sentido, el portavoz de IU, Manuel Sosa, criticó que pese a la urgencia de la obra por las deficiencias de la piscina "quisieron aprovechar el Plan E y ni siquiera tenían el proyecto hecho", por lo que pidió una rectificación. La oposición lamentó que no se hayan medido las "consecuencias sociales" de esta decisión.

Por su parte, Fragoso recordó que todos los grupos aprobaron incluir este proyecto entre las obras del Plan E, y explicó que "no hemos estado parados con la piscina", que en ocasiones llegó a perder 30.0000 litros de agua al día durante la pasada temporada, mientras que el foso perdía otros 10.000 litros diarios por un problema estructural.

El ayuntamiento gastó, según dijo, 300.000 euros en distintos arreglos en los últimos años para evitar fugas.