La Policía Local de Badajoz interceptó ayer sobre las 13.15 horas, en la explanada de aparcamientos de la parroquia de San José, dos camiones al tener conocimiento de que podían transportar alimentos en mal estado. Uno de estos vehículos contenía 300 kilos de productos cárnicos, 150 kilos de manzanas destinadas a caramelizarlas y más de 1.500 bolsas artesanales de golosinas y frutos secos, mientras que el otro iba equipado con mesas, sillas e infiernillos. Veterinarios de la Junta comprobaron que los alimentos carecían del control sanitario correspondiente y procedieron a su precinto.

Por otro lado, la avenida Ricardo Carapeto estuvo ayer por la mañana cortada al tráfico durante dos horas por el desprendimiento de un cable.