Los vaticinios optimistas se han convertido en el último mes en el estribillo de moda en las tertulias económicas, desde que semanas atrás el banquero Emilio Botín cortó la cinta inaugural de la recuperación con la aseveración de que "el dinero está llegando a España por todas partes" y "existe una confianza en el país como no se pueden imaginar". Estos últimos días, el Gobierno y los grandes empresarios han apuntalado sus teorías de que lo peor de lo peor de la crisis ya ha pasado con los cálculos de la OCDE, que prevén un crecimiento del 0,5% del PIB para el año que viene.

Pero los hogares extremeños, --que afrontan precios alemanes con ingresos españoles, como apunta el trabajo de campo que ha realizado EL PERIODICO chequeando la economía doméstica de once ciudades europeas-- no han puesto precisamente el cava en la nevera. Si hiciéramos una photo finish de la economía real, la de las cuentas de resultados que se repasan bajo el flexo, la situación es aún peor que la del año pasado. Según la Encuesta de Calidad de Vida que el INE publicó la pasada semana y que se realiza en toda la zona euro, los hogares españoles registraron una media de ingresos monetarios netos de 23.123 euros, el 3,5% menos que el año anterior, una cifra que se desploma hasta niveles anteriores al 2006.

No hay para gastos extras

Un dato solo indicativo que dice poco de la distribución real de la riqueza, ya que el grueso de las familias cuenta con unos ingresos de entre 10.000 y 18.000 euros. El premio Nobel de Economía Paul Krugman ya puso en marcha semanas atrás el tráiler de por dónde estaba yendo la recuperación: en EEUU, el 95% de los ingresos recuperados han ido a manos del famoso 1% de la población. Y el 1% está estrechamente ligado al sector financiero, que fue rescatado a costa de los contribuyentes.

En este apagón social en el que los salarios bajan, se recortan prestaciones y servicios públicos y lo único que sube es el IVA, el IRPF y el paro, algunos análisis apuntan a que estos cinco años se han traducido en que somos un 15% más pobres. "Los precios de productos y servicios básicos se han mantenido en los niveles elevados que alcanzaron durante el boom económico, mientras que los ingresos han bajado --explica el catedrático en Economía Aplicada Josep Oliver--. Esta situación no cambiará hasta que empiece a crecer la ocupación, que no será antes del 2014-2015".

Según los últimos datos del INE, el 17% de las familias llegan a fin de mes "con mucha dificultad", proporción que en el caso de Extremadura sube hasta el 20,9% --tras Murcia y Andalucía, el tercer porcentaje más elevado-- Además, en el 40% de las casas españolas no se pueden afrontar gastos imprevistos --47,3% en Extremadura-- y el 9,2% tienen retrasos en los pagos de recibos como la hipoteca, el alquiler, los suministros o la comunidad --aquí la región si está por debajo, con un 7,7%--. La sensación de que la convergencia solo se da en los precios es mayor en ciudades como Barcelona y Madrid, dicen los expertos: a pesar de que los salarios suelen ser más elevados que en otros lugares, han aumentado los impuestos, las tasas municipales y el transporte público; el coste de los desplazamientos cotidianos y de la vivienda también son mayores, y algunos sectores que más han sufrido el paro y el aumento de la precariedad están en mayor medida en grandes ciudades.

Esa asfixia que apuntaba el catedrático la subrayan el INE y este test (ver gráficos adjuntos) sobre los ingresos y los gastos de los hogares. Estas razzias en el súper y en las estadísticas arrojan datos significativos como que el kilo de manzanas puede tener un precio muy parecido en Badajoz, Barcelona o Berlín, al igual que los recibos de los servicios básicos de las casas, que aquí han subido hasta un 50% en los últimos años. Los alquileres incluso están más bajos en la capital alemana, cuando los sueldos germanos son un 25% superiores a los españoles y las prestaciones

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