Hasta en cinco ocasiones en tan solo una semana han prendido fuego a los jardines del paseo del arroyo del Calamón. Los tres últimos incendios se han registrado este fin de semana, según explicaron ayer fuentes del servicio municipal de Parques y Jardines, que no dudan de que se trata de actos vandálicos intencionados.

Las llamas han arrasado unos 200 metros de arbustos de los taludes y han destrozado por completo el sistema de riego por goteo. Además, también han afectado a un árbol. Todos fuegos se han localizado en esta ocasión en el tramo de jardines del arroyo Calamón, desde la altura de la plaza de toros hasta el Cerro de Reyes, pero también son frecuentes en el paseo del Rivillas, según denuncian los trabajadores del servicio. «Se están cargando el parque, porque hay fuegos día sí y día también y está claro que son adrede».

DESMOTIVACIÓN Y GASTO / Estos fuegos destrozan por completo arbustos que tienen entre 14 y 15 años, dejando enormes ‘calvas’ en los taludes, muy complicadas de regenerar y que afean la imagen de esta zona verde. A ello, hay que añadir «la desmotivación» que suponen estos actos para los trabajadores que se encargan del cuidado de estos jardines y el coste económico que tienen para las arcas municipales.

No es la primera vez que los paseos de los arroyos son objeto de los vándalos. Hace dos años, el concejal de Parques y Jardines, Antonio Ávila, ya denunció públicamente que estos parques sufrían continuos ataques y destrozos. Entonces, la concejalía remitió un dossier con los daños a la policía local para que tratase de dar con los autores. Ayer este diario solicitó información al ayuntamiento sobre si los últimos incendios se habían denunciado y sobre si existía ya una valoración económica de los desperfectos ocasionados, pero no obtuvo respuesta.

Ávila siempre ha apelado a la colaboración de la ciudadana para intentar identificar a los vándalos y que se pudiera actuar contra ellos. Los trabajadores han comunicado tanto al jefe de servicio como al concejal los hechos para que se tomen las medidas oportunas con el objetivo de atajar estos fuegos y para que los paseos de los arroyos no sigan degradándose.